La verdad, Presidente Chávez, la verdad con testigos, es que no se puede incendiar el Continente como usted lo hace, hablando un día contra España, al otro día con los Estados Unidos; maltratando un día a México, al siguiente al Perú, en la mañana después a Bolivia. No se puede maltratar al Continente, incendiarlo, como usted lo hace, hablando de imperialismos, cuando usted, basado en su presupuesto, quiere montar un imperio.
La verdad, Presidente Chávez, es que no se puede maltratar la historia, no se puede manchar la memoria de los héroes, desfigurándolos en la demagogia popular, para desorientar a los pueblos.
El General Santander nos dio el ejemplo del apego a la ley. La verdad, Presidente Chávez, es que no se puede burlar la ley, como usted lo hace, tratando de maltratar al General Santander, para sustituir la ley por el capricho personal.
La verdad, Presidente Chávez, la verdad con testigos, es que no se puede desorientar al pueblo interpretando mal el legado del Libertador Bolívar. El Libertador fue integracionista, pero no expansionista. El Libertador dio la independencia a nuestras naciones, pero no les trajo una nueva era de sometimiento. El Libertador no andaba tratando de sacar del territorio americano la dominación europea, para imponer, como usted quiere hacerlo, su propia denominación, basada en el poderío de su presupuesto, al pueblo de Venezuela y al pueblo de Colombia.
La verdad, Presidente Chávez, es que el pueblo de Colombia tiene todo el derecho de derrotar el terrorismo, tiene todo el derecho a aceptar mediaciones, pero no mediaciones que busquen el protagonismo político, el enseñoramiento político del terrorismo.
Me preocupa mucho que usted, afanado por pretensiones electorales, ahora trate de apelar al viejo truco de estimular en Venezuela odio contra Colombia y contra el Gobierno de Colombia, para buscar su favorecimiento electoral.
La verdad, Presidente Chávez, es que los antecedentes de mi Gobierno muestran que en nuestra difícil lucha contra el terrorismo hemos sido respetuosos de todos los Gobiernos y de todos los países del mundo.
Apelo a la reflexión, a la conciencia del pueblo de Venezuela para examinar este tema. Mientras un Gobierno no es capaz de censurar a las Farc, sí censura injustamente al Gobierno de Colombia y la contradicción es que el Gobierno de Colombia, enfrentado a los terroristas, jamás, jamás ha irrespetado al Gobierno de Venezuela ni al pueblo de Venezuela.