La decisión se produjo durante un encuentro con Colombianos y Colombianas por la Paz en Caracas, en la que el mandatario volvió a manifestar su oposición a las bases de Estados Unidos en Colombia.
El presidente de Venezuela había retirado a su embajador Gustavo Márquez Marín la semana pasada y a otros diplomáticos tras tildar de "irresponsable" a Álvaro Uribe por haber acusado a Caracas de venderle armas a la guerrilla de las Farc.
El episodio llevó a Chávez a congelar las relaciones con Bogotá. "Yo abogo por la paz y para luchar por hacerla realidad", dijo el mandatario tras una reunión de más de 3 horas.
La senadora Piedad Córdoba, que encabezó la comitiva de Colombianos y Colombianas por la Paz, le solicitó a Chávez que no rompiera relaciones con Colombia y que no dejara solos a los colombianos que están buscando la paz.
A renglón seguido, Chávez se dirigió a Márquez Marín, quien se encontraba en la reunión y le dijo que se regresara a Colombia a trabajar.
Durante el encuentro, Chávez se mostró muy crítico con la decisión de Colombia de permitir a Estados Unidos operar en bases colombianas. "Los yanquis quieren convertir a Colombia en el Israel de América Latina", dijo.
El mandatario dijo que Washington quiere evitar la unidad y el progreso en el continente. Agregó que la política de Álvaro Uribe muchas veces se fundamente "en la mentira", dando como ejemplo el episodio del bombardeo en Ecuador.
Bases por la paz
"Si en Colombia abren siete bases, aquí (en Venezuela) abrimos 70 bases de paz", le sugirió Chávez a la senadora Córdoba, quien estaba acompañada por el ex gobernador del Meta, Alan Jara, entre otros.
La cooperación entre Colombia y Estados Unidos ha generado una fuerte polémica en el continente, con Venezuela y Ecuador como principales voces opositoras.
El mandatario venezolano dijo que Uribe le había asegurado que no iba "a aceptar bases militares estadounidenses".
"Esto que se está produciendo hoy (las bases) es una provocación", denunció Iván Cepeda, miembro de Colombianos y Colombianas por la Paz.
La colombiana Lilia Solano, directora del Proyecto Internacional Justicia y Vida, dijo que los colombianos también se oponen a las bases.
"Llévense la idea de las bases para la paz y comenzamos a armarlas", instó Chávez.
"Yo estoy dispuesto a recuperar el discurso por la paz en Colombia", agregó Chávez. "Nosotros deberíamos tomar como política de Estado en Venezuela el tema de la paz en Colombia. Vamos a tomarlo como política de Estado".
Freddy Leonardo Rodríguez, un estudiante colombiano presente en el encuentro, dijo que en Colombia el espacio para hablar de la paz "no hace parte de la política de seguridad democrática de Uribe".
En Colombia, señaló por su parte Chávez, tienen miedo de que se sepa de verdad lo que está ocurriendo en Venezuela. El presidente defendió su modelo de gobierno y explicar porque "lo satanizaban".
"Cuando nos acusan de estar entregando cohetes y ser una amenaza terrorista, eso nos da más fuerza para seguir luchando por la unidad entre Colombia y Venezuela", señaló el mandatario.
Una cantidad de armas suecas, y vendidas a Caracas en los años 80, fue encontrada en un campamento de la guerrilla en Colombia. La denuncia de Colombia llevó a una nueva ruptura en las relaciones entre Bogotá y Caracas.
"En el mundo se da por hecho que Chávez le está mandando cohetes poderosos a las Farc", dijo Chávez riéndose. "Sí, es cierto", agregó Piedad Córdoba.
Chávez, con un cohete en la mano y el informe que divulgó Colombia, rechazó las acusaciones de la Casa de Nariño y dijo que el documento no tenía ningún fundamento. "Seguramente Uribe no lo leyó".
Chávez dijo que la denuncia de Colombia se produjo solo después de que Caracas mostrara su oposición pública a la presencia estadounidense en bases colombianas.
"Para nosotros la presencia estadounidense en las bases es una verdadera amenaza", denunció Chávez. "Los Yanquis están utilizando a Colombia en nuestra contra. Es el imperio más agresivo, más genocida de la historia humana".