Operacion especial de neutralizacion de terroristas del PCP-SL infiltrados en el A.H. Raucana en Huaycan-Lima (Mayo-1991)
LIMA.- Todavía se pueden adivinar las pintadas rojas, la hoz y el martillo, los emblemas del PCP (Partido Comunista Peruano), los vivas a la revolución que decoraban las paredes. La pintura tan sólo los hizo desaparecer parcialmente. Sin embargo, ya desaparecieron las banderas comunistas, los seis torreones «senderistas» que vigilaban el recinto, los niños armados que desfilaban al son de la Internacional. Casi la mitad de la población huyó del lugar. Ahora, en pleno centro de Raucana se encuentra ubicado un pequeño cuartel del Batallón Contrasubversivo número 39. «La furia baja del cielo, hasta la guerra el último cartucho», reza en grandes letras el lema de la agrupación militar. Raucana, el antiguo territorio de la «República Comunista peruana», es hoy tan sólo uno más de los muchos vertederos humanos que circundan Lima.
«Dijeron que ésta era la primera zona liberada de Sendero en Lima, pero ademas se trataba de una barriada donde los pobres decidimos organizarnos. Por eso nos tacharon de "terrucos" (terroristas) y el dictador Fujimori nos "aventó" (envió) al ejercito», explica René Zubía Flores, antiguo subsecretario general de Raucana.
La «pacificación» de Raucana es uno de los ejemplos más preclaros del significativo avance registrado por el Gobierno peruano de Alberto Fujimori en su lucha contra el grupo narcoterrorista Sendero Luminoso en los dos últimos años. Barrios de cerros como Raucana en Huaycán y como muchas otras áreas marginales conformaban en 1992 lo que se vino en denominar el «cinturón rojo» de Sendero y el MRTA que amenazaban con estrangular Lima en cualquier momento.
Tropas de Infanteria y Batallones Contrasubversivos EP incursionan en el A.H. Raucana bajo control directo del PCP-SL. En el camino encontraron decenas de trampas explosivas, francotiradores y minas. 
Tropas de infanteria EP capturan de terroristas luego de un tiroteo. 
Poblacion civil secuestrada y obligados a servir a la causa son liberados por efectivos de la Infanteria y Contrasubversivos EP. 
Terrorista del PCP-SL muerto en durante la operacion militar en un tiroteo con comandos contrasubversivos EP. 
Mujer terrorista del PCP-SL muerta durante la operacion militar. 
Miembros de las Fuerza Especiales e infanteria incursionan en la comunidad autogestionaria de Huaycán y detienen a 800 sospechosos de cometer actos terroristas. 
Tropas de Infanteria del EP que apoyaron a los comandos que participaron en la operacion de rescate celebran la victoria. 
Armamento incautado al PCP-SL. Morteros,proyectiles,cohetes, fusiles, ametralladoras y explosivos. 
Terroristas del PCP-SL detenidos durante la operacion. Fueron presentados por la prensa en el interior de la instalaciones de la DIRCOTE-PNP (Direccion de Investigacion contra el Terrorismo). 
Un comando observa las pintas senderistas en la pared de una de las casas que servia como base militar del PCP-SL. Fue escenario de una cruenta lucha entre los grupos subversivos PCP-SL y el MRTA; y entre ambos y las fuerzas del orden. 
Camiones del Ejército Peruano descargan víveres en la comunidad autogestionaria de Huaycán, Lima, para ser repartidos entre la población. 
Miembros del Ejército reparten víveres en la comunidad autogestionaria de Huaycán como parte de la estrategia contrasubversiva. 
Mujeres y niños esperan el reparto de materiales llevados por el Ejército Peruano a la comunidad autogestionaria de Huaycán, Lima. Huaycán nació como un proyecto concebido por la Municipalidad de Lima y apoyado por los partidos de izquierda, entonces articulados alrededor de Izquierda Unida (IU). El PCP-SL ganaría presencia en su desarrollo aun cuando nunca pudo enraizarse en ella por la tradición organizativa de la comunidad y la experiencia política de sus dirigentes, quienes establecieron claramente su posición frente a la infiltración subversiva. Durante los años 90 se instaló en Huaycán una base del Ejército Peruano que ejecutó un plan combinado de operaciones clandestinas y acciones cívicas. Sendero intentó minar la autonomía de las autoridades comunales mediante campañas de intimidación, amenaza y asesinatos selectivos. En ese marco, Pascuala Rosado, connotada dirigente de dicha comunidad, fue asesinada el 6 de marzo de 1996. 
Dos niños de la comunidad autogestionaria de Huaycán, en Lima, revisan unas bolsas entregadas por el Ejército Peruano. 
Un comando ayuda a una mujer anciana que acaba de recibir alimentos donados por el Gobierno. 
Pascuala Rosado era dirigente de la comunidad autogestionaria de Huaycán en el distrito limeño de Ate Vitarte. A pesar de contar apenas con instrucción primaria, Rosado había participado activamente de la vida social de su comunidad, capacitándose hasta convertirse en promotora de salud y luego en secretaria general de la organización vecinal de la “zona A” de Huaycán. En mayo de 1991 fue elegida presidenta de la nueva junta directiva de su localidad y expresó su rechazo a la infiltración senderista en diversas organizaciones vecinales. En 1993 realizó gestiones ante las autoridades policiales y militares para la creación de rondas de autodefensa urbana en su localidad. 
Pascuala Rosado dirigenta de Huaycan baila durante la celebración de un desfile el 15 de julio de 1991. El 6 de marzo de 1996 los terroristas del PCP SL asesinaron a Pascuala Rosado dinamitando su cuerpo.