Las declaraciones de ayer del embajador de Estados Unidos, William Brownfield, sobre la posibilidad de que su país utilice instalaciones militares colombianas para remplazar las operaciones que realizaba en la base ecuatoriana de Manta, han despertado grandes polémicas.

"Colombia y Estados Unidos estamos colaborando en los esfuerzos contra la droga ilícita, en los esfuerzos contra la delincuencia internacional. Parte de esa colaboración, sin duda ninguna, requiere acceso a instalaciones entre los dos países y requiere un ajuste", agregó.




El ex ministro de Defensa Rafael Pardo y precandidato presidencial, dijo en Caracol Radio que sería un error diplomático permitir que ese país instale una base y utilice nuestros aeropuertos, y que por eso le llama la atención que el canciller Jaime Bermúdez guarde silencio sobre el tema. Según Pardo, a cambio de muy poco, el país estaría comprometiendo sus relaciones con sus vecinos y con el resto de América del Sur.

Así mismo, criticó duramente al ministerio de Defensa, Juan Manuel Santos, de quien dijo buscaba "congraciarse con los norteamericanos". Pardo dijo que era hipócrita que hace algunos meses el ministro hubiera negado tajantemente esa posibilidad y ahora se conociera que hay un diálogo al respecto.

Por su lado, el general del Ejército, Freddy Padilla de León, dijo esta mañana en La FM que la base militar de Manta es asunto del pasado, que obedece a tratados de antaño, los cuales no serían viables hoy en día en Colombia. Pero dijo que el gobierno sí está interesado en colaborar con Estados Unidos para cubrir el hueco que va a dejar Manta en la lucha contra el narcotráfico.

Padilla agregó que una de las funciones que podría asumir Colombia tras la salida de Estados Unidos de Manta, podría consistir en prestar instalaciones militares para que los aviones americanos se puedan reabastecer y recibir mantenimiento técnico, para evitar que tengan que viajar a hasta su país y recibir la misma ayuda que se le puede brindar en Colombia.