Lo que cualquier ser humano racional llamaría masacre, la candidata a la presidencia 2010 de las FARC lo llama “tropiezo”.

Confieso que escribir sobre Teodora y sus compinches de todos los pelambres me obliga a relajarme previamente para no escupir improperios cada dos palabras. Estoy convencido que esto mismo le pasa a mas de 40 millones de colombianos que detestan la desfachatez de esta perversa alcahueta que no solo es capaz de vender su madre por poder y dinero, sino que pretende someter a todo un pueblo.
Aunque coincido con los que aseguran que Colombia es un país sin memoria, estoy convencido que hemos madurado al punto que por mucho cuento que el grupo de “intelectuales” quiera contarnos. Por encima de la simpatía que despierten sus acciones en “favor de la paz” y la continencia verbal forzada a la que está sometida convenientemente para no despertar el rechazo habitual que tienen sus usuales palabras acidas contra la nación, Piedad Córdoba no nos convencerá jamás que es un ángel de paz. Por el contrario, con cada una de sus acciones, convenientemente filmadas por Telesur y glorificadas por el elocuente grupo de periodistas pro FARC, la repugnancia que esta camarada guerrillera provoca es cada vez mayor.

Escuchar sus desvergonzadas palabras sobre sus colegas en el monte nos obliga a preguntarnos una y otra vez, porqué no está en la cárcel hace tiempo. Tan absurdo como el hecho que mientras el Polo apoyó frontalmente a Chávez en todo lo que pudo desde Colombia en su proceso de coronación de emperador bolivariano, aquí rechacen vehementemente que Uribe se pueda postular a un tercer período.

Teodora de Bolívar y todos los colaboradores de las FARC que definen a los narco guerrilleros como ejército del Pueblo, que usan la palabra prisioneros en vez de secuestrados; que con mucha desvergüenza señalan al ejército nacional por cualquier error mientras voltean por las atrocidades que cometen las FARC a diario, tienen que estar conscientes que independientemente de lo astutos que sean, la inmensa mayoría de colombianos los repudiamos y estamos dispuestos a repetir todas las veces que sea necesario: NO MAS FARC.