La fiscalía colombiana entregó este viernes en tres ceremonias 112 cadáveres de personas asesinadas por grupos paramilitares o guerrilleros en el norte y noroeste del país, tras dos años de trabajo para identificar los restos.
Las entregas fueron realizadas en las ciudades de Santa Marta, Montería y Medellín, tres de las más afectadas por la violencia. El fiscal general Mario Iguarán señaló durante una de las ceremonias que estas entregas ponen de relieve "el horrible genocidio que significa el conflicto armado en Colombia".
Los cadáveres fueron identificados tras una ardua tarea de peritos forenses que ubicaron decenas de fosas, algunas de ellas por la confesión de miembros de grupos armados irregulares que se sometieron a la justicia.
En Montería, una ciudad de casi 300.000 habitantes a 790 km al noroeste de Bogotá y capital del departamento de Córdoba, en donde tuvieron su epicentro las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, ultraderecha), fueron entregados 49 cuerpos.
Elvira Salgado, quien acudió a reclamar el cuerpo de su hermano Carlos Manuel, asesinado hace diez años por los paramilitares, dijo que pese a que para su familia recuperar el cadáver alivia un poco el dolor, la tragedia provocada por la violencia aún no cesa.
"A nosotros los 'paracos' (paramilitares) nos quemaron la casa y la guerrilla se llevó a otro sobrino, del que no hemos vuelto a saber nada", dijo la mujer de unos cuarenta años a la AFP.
La Fiscalía ha podido hasta ahora hallar unos 2.000 cadáveres de colombianos en fosas comunes, de los cuales una cuarta parte ha sido identificada por una unidad especializada de forenses.
Un estimativo estatal admite que los grupos de ultraderecha asesinaron a más de 9.000 colombianos en los últimos 20 años, aunque la Comisión Nacional de Reparación Y Reconciliación, creada para llevar a cabo la indemnización a los familiares, señala que ha recibido más de 70.000 denuncias.