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 Denunciante Leyenda
 |  Remueven seis órganos vitales y extirpan tumor maligno a niña de 7 años para salvarle la vida
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En una histórica operación que fortalece los asombrosos avances de la ciencia médica en el mundo, una niña de 7 años de edad fue sometida a una cirugía de 23 horas en la que los médicos le removieron seis órganos vitales y le extirparon un tumor maligno para salvarle la vida, aunque tuvo que perder varios de esos órganos. La paciente es Heather McNamara, cuyo tumor era del tamaño de una bola de béisbol y estaba alojado en su abdomen, explicaron los cirujanos en conferencia de prensa en el hospital infantil del hospital Columbia Presbiterian de la calle 168 y avenida Broadway en el Alto Manhattan La cirugía, que comenzó el pasado 6 de febrero es la primera en su género practicada a un menor en Estados Unidos y la segunda que se hace en el mundo. El equipo estuvo dirigido por el doctor Tomoaki Kato. La niña reside en Islip Terrace (Long Island) y ella su propia donante y recipiente de sus mismos órganos, dijeron los galenos. “Está muy bien”, dijo el padre de la menor Joseph McNamara en la habitación de la niña. El doctor Kato dijo que su equipo removió y conservó el estómago, el páncreas, el bazo, el hígado, el intestino delgado y el grueso y luego los reimplantaron después que el tumor fue también removido. “Este era un procedimiento altamente riesgoso, una gran responsabilidad y yo, estaba muy nervioso”, dijo el líder del equipo médico. Explicó que el tumor canceroso de la niña se había esparcido (regado) ampliamente y el estómago de la niña, el bazo y el páncreas no pudieron ser salvados. En lugar del estómago, los médicos crearon con una bolsa con tejido intestinal que recibirá los alimentos antes de pasar al intestino para el proceso digestivo. La pérdida del páncreas ha convertido a la niña en diabética del tipo 2, por lo que necesitará vivir inyectándole insulina y enzimas digestivas. Sin el bazo, se enfrenta a otro riesgo muy elevado de contraer infecciones, pero podrá comer corrientemente. El padre de 46 años de edad dijo que estaba preparado para servir de donante en caso de que su hija lo necesitara. Por su parte, el doctor Kareem Abu – Elmagd de la universidad de Pittsburg, dijo que esa cirugía era incierta y que admira a Kato por tener el coraje de realizarla. La niña dijo sentirse muy bien y agregó que estaba ansiosa por irse a su casa. Señaló que echaba de menos a su hermana Stephanie de 10 años de edad y su perrito de la raza pomeriana llamado “Angel”. Terminó diciendo que le encanta jugar con su perro.
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