El ''carcelero de las FARC'' dice que la guerrilla lo ha abandonado
El llamado ''carcelero de las FARC'', ahora en prisión, aseguró que la organización lo abandonó y dijo que nunca trató mal a los secuestrados bajo su cuidado, incluidos tres contratistas norteamericanos, según una entrevista que fue divulgada ayer.
'Yo no sé por qué me dieron la espalda. Yo no soy ni `licenciado' [expulsado de las filas insurgentes], ni desertado (sic). Yo no he robado la organización, ni estoy hablando pendejadas [tonterías] de nadie. Yo soy un hombre responsable'', dijo Hely Mejía Mendoza, alias ``Martín Sombra''.
Mendoza, de 64 años, fue uno de los carceleros de los políticos, policías, militares y los tres contratistas norteamericanos que estuvieron en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Barbado, gordo y apoyado en un bastón, Mejía Mendoza, que permaneció al menos 40 en la guerrilla, aseguró que tenía la orden de mandos rebeldes de tratar bien a los tres norteamericanos. Los extranjeros y otras 11 personas, incluso la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, fueron rescatados en un operativo militar el 2 de julio pasado. Varios de los ex rehenes han narrado que Mejía era su carcelero.
El guerrillero indicó que nunca tuvo relación con el narcotráfico y manifestó sus temores de ser extraditado a EEUU.
'No tengo nada que ir a hacer allá donde los gringos, a meterme en un lío porque yo no sé hablar inglés y lo otro es que yo no he secuestrado a nadie ni he `jodido' [traficado] con narcotráfico'', agregó el ex rebelde en una entrevista exclusiva desde una cárcel capitalina con el noticiero de televisión RCN.
Mejía fue capturado en febrero del 2008 en Saboya, un pequeño pueblo a 125 kilómetros al norte de Bogotá.
Está acusado de delitos como rebelión y secuestro, así como tentativa de homicidio múltiple por su ataques a bases en los años 90, según ha dicho la Fiscalía General.
Alias ''Martín Sombra'' dijo que ingresó a las filas de las FARC a los ocho años.
Aseguró que la muerte en marzo del 2008, a los 78 años de edad, de Manuel Marulanda (alias ``Tirofijo''), fundador y máximo líder de las FARC, lo conmovió. ``Se me vinieron las lágrimas porque yo lo adoraba como un padre''.