Un vecino de Valencia ha subastado a través del portal de internet ebay recibir una patada en los testículos para que el comprador de este peculiar ofrecimiento pueda "desahogarse ante una mala racha". El artículo salió a subasta el pasado 30 de diciembre por 500 euros y la venta se cerró esta misma tarde con una sola puja por igual cantidad.
El vendedor propone que el encuentro se produzca en Valencia en fin de semana aunque asegura estar dispuesto a desplazarse para recibir la patada siempre que los gastos de transporte corran a cargo del vencedor de la puja. Asimismo, garantiza que el adjudicatario quedará "exento de responsabilidad por cualquier posible secuela, gastos de hospital y demás que puedan ser originados por el golpe", tal y como se firmará en el contrato que se sellará antes del acto.
En la oferta, esta persona acepta también caracterizarse de la persona que el comprador prefiera --"jefes, líderes políticos o suegras", especifica-- aunque los gastos de caracterización correrán también a cargo del ganador de la puja.
El comprador, por su parte, podrá dar la patada con toda la fuerza que quiera aunque no está permitido coger carrerilla y deberá ir descalzo o únicamente con un calcetín. A cambio obtendrá una reacción de "gran realismo, con un retorcimiento de dolor", según se asegura en la descripción del producto.
Por su parte, fuentes de ebay consultadasmanifestaron que la empresa sigue un proceso de filtrado de la cantidad de ofertas que les llegan. De hecho, el 75 por ciento de los productos que podrían resultar susceptibles de prohibición se eliminan de forma automática y el resto de manera manual. Aunque es raro, también podría retirase un producto una vez finalizada la puja y todos los vínculos que dirigen a él.
De igual manera, la firma investiga los resultados de las ventas para comprobar que no se produce fraude en las pujas, recalcaron.
Desde el portal comentaron también que las ofertas que llegan de venta a través de internet son, en ocasiones, tremendamente singulares y recordaron el caso de un joven que subastó a los internautas la posibilidad de vivir un año de su vida, utilizando su casa y objetos personales.