El gobierno colombiano autorizó el miércoles a la senadora opositora Piedad Córdoba a concretar la anunciada liberación de seis rehenes de la guerrilla de las FARC, culminado el primer encuentro sobre el tema entre la legisladora y el alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo.
"El gobierno nacional autoriza a la senadora Piedad Córdoba para que haga parte de dicha misión", aseguró un comunicado leído por Restrepo, al término de la reunión de más de dos horas en la Casa de Nariño, sede presidencial.
El gobierno también reiteró "su confianza" en el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para que participe en las anunciadas liberaciones y prometió seguir "brindando todas las garantías para concretar la liberación de secuestrados anunciada por las FARC".
A su turno, la legisladora calificó la reunión como "muy positiva".
"Vamos avanzando en relación a lo que es el tema de las liberaciones. El Gobierno (está) en muy buena tónica", señaló Córdoba a periodistas.
Las FARC anunciaron en diciembre que entregarán de manera unilateral, a la legisladora opositora, a seis rehenes (dos políticos y cuatro militares o policías) que hacen parte del grupo de 28 cautivos que han ofrecido canjear por 500 rebeldes presos.
Según Córdoba, en el encuentro con Restrepo trataron "fundamentalmente la importancia de lo que significa el CICR en este proceso de liberaciones".
"Vamos a volvernos a reunir después de que el Comisionado (Restrepo) converse con el señor Presidente de la República (Alvaro Uribe)", puntualizó.
Córdoba advirtió que según lo tratado con Restrepo a los actos de entrega de los rehenes no serán invitados medios de comunicación "como garantía de que no se va a dar show de carácter político, ni electoral".
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reiteraron este miércoles en una comunicación que entregarán los seis rehenes a Córdoba y aceptaron que el CICR participe en el proceso, aunque insistió en la presencia de un garante internacional.
Córdoba fungió, junto al presidente venezolano Hugo Chávez, como mediadora de un canje de rehenes por guerrilleros presos, pero en noviembre de 2007 este papel fue cesado abruptamente por Uribe, que alegó entonces injerencia de Caracas en asuntos internos de su país.