El presidente colombiano, Alvaro Uribe, busca asfixiar a las FARC y mantener protagonismo, con su rechazo a la participación extranjera en una anunciada liberación de rehenes en poder de esa guerrilla, opinaron este martes analistas consultados por la AFP.
El lunes, Uribe rechazó la intervención de cualquier actor foráneo distinto al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en la liberación anunciada el fin de semana por esa guerrilla a la senadora Piedad Córdoba, quien propuso que el presidente venezolano Hugo Chávez podría participar en la entrega.
"Es claro, las liberaciones unilaterales son un pulso político entre Uribe y las FARC en el que los rebeldes intentan tener un segundo aire después de tantos golpes padecidos en 2008 y lo intentan a través de la única parte del 'botín' que les queda", opinó el analista Fernando Cano a la AFP.
Cano, politólogo de la privada Universidad del Rosario, precisó que en ese sentido el mandatario colombiano se anticipa a esa jugada de las FARC para "asfixiarla totalmente, quitarle la posibilidad de que algún actor internacional en búsqueda de protagonismo le dé ese segundo aire".
Entre tanto, Alvaro Villarraga, ex guerrillero del Ejército Popular de Liberación (EPL) y director de una fundación Cultura Democrática, consideró que una participación extranjera en las nuevas liberaciones unilaterales sería benéfico al proceso y lo rodearán de mayores condiciones de seguridad.
"La situación interna es muy vulnerable y el presidente Uribe descalifica a cualquier intermediario interno señalándolo de cómplice y al servicio de las FARC. Un veedor extranjero tiene mayor posiblidad de maniobra, y fortalece los elementos de seguridad al proceso", puntualizó en declaraciones a la AFP.
Por su parte, el ex presidente liberal Ernesto Samper (1994-9, dijo que "la actitud que esperaríamos del gobierno es que sea generoso en el ofrecimiento de seguridades y dé garantías necesarias para el regreso de estas seis personas".
"No me parece sano que en este momento se inicie una especie de debate o de pulso político entre las FARC y el gobierno alrededor de un tema que en el pasado se solucionó fácilmente cuando se hicieron las liberaciones de más personas por cuenta del presidente Chávez", agregó.
"De alguna manera son obstáculos que genera el presidente. Son nuevos inamovibles en esa terquedad para ensombrecer todo lo que se está haciendo con el fantasma de una celada y de un complot contra el gobierno que no existe", opinó Carlos Lozano, director del semanario comunista Voz.
En ese sentido, la politóloga Claudia López, dijo que si bien para este proceso de liberación "no es imprescindible la participación de actores extranjeros, porque lo único que hacen es complicar esa liberación", consideró que "es un grave error de Uribe desprestigiar la labor de Piedad Córdoba".
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunció el domingo en un comunicado que liberará unilateralmente a seis de los rehenes en su poder, dos políticos y cuatro uniformados.
Los seis rehenes que la senadora Córdoba estimó serán entregados por las FARC en enero, hacen parte de un grupo de 28 secuestrados que esa guerrilla pretende canjear por unos 500 de sus militantes presos, tres en Estados Unidos.
La anunciada liberación sería la tercera que de forma unilateral realizarán las FARC, dado que en enero y febrero entregó a seis políticos a Córdoba y a una delegación del gobierno de Venezuela, en un gesto de "desagravio" al mandatario venezolano.