Es una lástima esto, si algo nos ha demostrado la historia es que es imposible controlar a traves de leyes, lo que debe ser una libre desición de los individuos. La prohibición no es la solución; si es que acaso queremos que la gente no consuma este tipo de productos, se les debe convencer de forma racional, el porque no hacerlo, y no simplemente prohibirlo.
Con respecto a los niños o a casos especiales, se sobreentiende que la venta no sería libre, como vendiendo "chocolate", sino que tendría parametros claros, como el no expendio a menores de edad o a personas con desordenes psiquíatricos, asi como control del uso de estos si se va a conducir. |