La muerte por hambre de 25 niños en el departamento colombiano de Vichada, fue denunciada hoy por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES).

Esa ONG informó que el gobernador del municipio de Barranco Siare, Cantalicio Monroy, reveló que los menores, pertenecientes a las comunidades aborígenes de sikuanos, guayaberos y nukak makú, perecieron por hambre.


Monroy confirmó denuncias hechas en abril último por los indígenas, sobre las consecuencias que provocarían en ese municipio las fumigaciones para eliminar cultivos de coca.


CODHES indicó que la comunidad solicitó crear una comisión de instituciones estatales para que conozcan sobre el terreno los problemas causados por las fumigaciones.


Las aspersiones no sólo destruyen las plantaciones ilícitas, sino también los cultivos de supervivencia de las comunidades indígenas, lo que cual causó una fuerte hambruna en la región.


Según la denuncia, desde enero pasado se han desplazado de la zona unas cinco mil personas hacia las ciudades de Puerto Carreño y Villavicencio, capitales de los departamentos del Vichada y Meta, en el este y centro del país, respectivamente.


Esta no es la primera ocasión en que se denuncia la muerte de menores por hambre en Colombia.


A principios de julio se reportó el fallecimiento de 43 niños de Barranquilla, capital del norteño departamento de Atlántico, en los últimos 18 meses, situación que las autoridades locales califican de dramática.


Un consejo comunal de esa ciudad, reveló que allí el presupuesto sólo alcanza para cubrir el siete por ciento de los comedores de los colegios estatales.


Ello implica que quedan por fuera de su atención y están en riesgo de desnutrición 250 mil niños de Barranquilla, que por ser la capital, es donde menos problemas sociales existen en la zona.


Según datos de un estudio realizado por el Observatorio del Caribe Colombiano, para el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), 68 por ciento de la población de la costa Caribe vive en la pobreza y de ella el 32 por ciento en la indigencia.


Un estudio de la situación de la infancia y la juventud, realizado por la Procuraduría General de la Nación a finales del 2007, reportó que nueve millones de menores de edad, la mitad de ese sector de la población colombiana, viven en la pobreza.


Dentro de esa cifra, más de dos millones de niños y jóvenes se encuentran en la indigencia.


El estudio concluyó que los problemas sociales son un detonante del conflicto interno de Colombia y que aunque se inviertan muchos millones en armamentos, si no se destinan recursos a la atención de la infancia y la juventud, jamás se alcanzará la paz.


LASTIMA QUE CONTRASTE CON ESTO.