Las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia viven un "momento de recuperación de la confianza" pero siguen enfrentándose a "muchos obstáculos", declaró a la AFP el canciller venezolano, Nicolas Maduro, dando a entender que el nombramiento de un embajador en Bogotá no es inminente.
"Pienso que estamos en un proceso de recuperación de la confianza política pero sigue habiendo muchos obstáculos", admitió el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, una semana después de reunirse en Caracas con su homólogo Jaime Bermúdez.
Según Maduro, sigue habiendo "declaraciones fuera de contexto consideradas ofensivas" por el gobierno venezolano, como fueron las realizadas recientemente por el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, a su regreso de Rusia.
"El insiste en agredir al gobierno del presidente Hugo Chávez y a nuestro pueblo (...) Al volver de Moscú dijo que los rusos le habían asegurado que las armas que nos venden no llegarían a (la guerrilla de) las FARC", explicó el ministro.
"Es una visión paranoica, peligrosa y manipuladora. Si nos relacionamos con cualquier país del mundo, el señor Santos sale diciendo que es contra Colombia. Si vamos a hacer ejercicios marítimos con Rusia, cree que va a ser contra Colombia", lamentó.
Venezuela y Rusia han previsto realizar maniobras navales conjuntas en noviembre, un hecho inédito en América Latina desde el fin de la Guerra Fría.
"Nosotros tenemos unas leyes y el respeto de la soberanía colombiana es sagrada. El no puede declarar esas cosas. El papel de Santos es torpedear las relaciones con Venezuela", acusó.
Maduro explicó que acordó con Bermúdez reunir a algunos ministros de ambos países en las próximas semanas para tratar cuestiones bilaterales vitales como son la energía, la infraestructura y el control de fronteras.
"En su momento, designaremos un embajador nuevo para Colombia y seguiremos dando pasos seguros, superando obstáculos con mucha franqueza", aseguró Maduro.
Colombia es el segundo socio comercial de Venezuela, después de Estados Unidos, con un intercambio que cerró en casi 6.000 millones de dólares en 2007.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela se deterioraron después de que en noviembre de 2007 el presidente Alvaro Uribe decidió prescindir de Chávez como mediador para un posible canje de rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por rebeldes presos.
En ese momento, Venezuela retiró a su embajador en Bogotá, Pável Rondón, quien aún no fue reemplazado.
Uribe y Chávez se reunieron en julio para empezar a recomponer las resentidas relaciones bilaterales.