Un compañero de medellin me hizo llegar esta semblanza historica de la comuna 13 de medellin que no es ajena a Mellin ni a Colombia por todo lo que se ha dicho sobre ella. Espero que la lean y compartan sus opiniones. Elkin Ramirez Jaramillo Corporación Jurídica Libertad
Durante las dos últimas décadas, Medellín ha padecido el rigor de una violencia desgarradora que ha cobrado la vida de miles de personas. Se ha dicho que factores como la presencia del narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares son elementos constitutivos de este panorama. No puede desconocerse que estos actores contribuyen históricamente a mantener una serie de condiciones propicias para ese estado de cosas, pero tampoco podemos dejar por fuera del análisis, por ligero que pueda ser, el problema de la desigualdad y la exclusión social a la que han sido sometidos grandes sectores sociales que habitan la ciudad.
La Comuna 13 puede ser vista como un microcosmos respecto de lo sucedido en nuestra ciudad, pero el drama padecido por sus más de 130 mil habitantes permite una lectura aproximada al panorama general.
Discutir el tema de la memoria histórica de la Comuna 13 equivale a conocer las causas que conllevaron a la victimización de sus pobladores, a conocer los responsables de los hechos criminales sin circunscribirlo exclusivamente a sus autores intelectuales y materiales. Con ello se quiere significar la presencia de una indagación que permita conocer motivaciones políticas, ideológicas, económicas, etc., que han conllevado al sometimiento de grandes sectores poblacionales a prácticas de terror sistemático y generalizado. En otros palabras, significa estudiar y conocer las condiciones sociales y económicas que propiciaron que en la Comuna 13, durante la década del ochenta, se crearan bandas delincuenciales encargadas de ejercer ciertos controles sobre la población, o las que posibilitaron la creación de organizaciones de milicias durante los noventa, o la incursión de los paramilitares en el pasado reciente; pero más importante aún es llegar a tener claro cómo la exclusión social y la marginalidad, y un modelo de ciudad predeterminado han incidido significativamente en todo esto. Obviamente debemos indagar cuál ha sido la responsabilidad directa de sectores poderosos de la ciudad, que inciden en su vida política y económica, en la generación de violencia.
Con nuestra disertación no alcanzaremos, por supuesto, a dilucidar todo el entramado de circuitos que rodea la memoria histórica, sólo deseamos poner en conocimiento algunos aspectos que, en relación con el caso concreto de la Comuna 13, inciden significativamente en la no realización de los derechos de las víctimas, especialmente aquellas afectadas por la acción u omisión de autoridades estatales. Para ello hemos propuesto la presentación de tres momentos diferentes vividos en la Comuna 13: el proceso de configuración de su población y el surgimiento de las organizaciones sociales y comunitarias presentes en la zona, el desarrollo de las operaciones militares durante el año 2002, y el posicionamiento de los paramilitares en los últimos 6 años.
1.Surgimiento y fortaleza organizativa
La Comuna 13 se ubica al occidente de la ciudad de Medellín y está compuesta por 24 barrios en los que se alberga en su mayoría población perteneciente a los estratos 1 y 2. El origen de este sector poblacional se remonta a la década de los 70 con la creación de barrios productos de asentamientos subnormales e invasiones compuestas en su mayoría por personas provenientes del campo. Algunas de las familias que habitan allí llegaron a la zona luego de ser víctimas de desplazamiento forzado. El sector social al que se inserta esta población les obliga desde sus inicios a adelantar propuestas organizativas dirigidas a lograr por parte del Estado el reconocimiento de su condición de actores sociales y políticos; por ello no es extraño encontrar que, para principios de esta década, esta zona contara con la existencia de unas 50 organizaciones sociales y comunitarias formalmente constituidas y encargadas de reivindicar sus necesidades más sentidas. Condición organizativa que con el paso del tiempo generó un importante acumulado político que les permitió participar en el diseño de planes y políticas mediante las cuales se buscaba que la administración municipal ejerciera de manera un poco más efectiva su papel de garante de ciertos derechos.
Al inicio de la presente década, si bien los problemas de confrontación armada en la Comuna 13 eran de cierta gravedad debido a la actividad de los diferentes actores armados que se disputaban la zona (milicia, bandas, paramilitares y fuerza pública), lo cierto es que la actividad política generada desde los diferentes procesos organizativos poseía un cierto acumulado que le permitía a las diferentes comunidades adelantar propuestas reivindicativas dirigidas a llamar la atención en temas de índole social, económico y político.
Aquí es importante reconocer, a modo de ejemplo, los aportes que desde las organizaciones populares se prestó a movimientos de índole nacional como lo fue la Jornada de Protesta convocada por la Central Unitaria de Trabajadores en agosto y septiembre de 1999, en cuyo evento se obtuvo una significativa participación de pobladores e integrantes de organizaciones de la zona; cuando se llevaba a cabo una movilización en el barrio La Divisa, la policía arremetió violentamente ocasionando la muerte de HENRY ALONSO PÉREZ RUIZ, JOSÉ MAURICIO BOLÍVAR ALZATE Y ELKIN ALONSO GRANADA RÍOS e hiriendo gravemente a otro manifestante, procediendo a detener un centenar de personas que participaban de la jornada pacífica. En las comunicaciones efectuadas entre los uniformados que participaban del operativo de represión de la manifestación y los mandos pertenecientes a la Policía Metropolitana queda la evidencia de cómo se monta el falso positivo luego de ocasionar estos crímenes de lesa humanidad, cuando se ordena que a cada uno de los ciudadanos asesinados se les coloquen armas para poder presentarlos como milicianos que se enfrentaron a las fuerzas policiales. La responsabilidad estatal por este crimen de lesa humanidad fue declarada por el Tribunal Administrativo de Antioquia mediante fallo de julio 14 de 2006.