Las autoridades monetarias y bursátiles de Colombia calificaron como grave la quiebra del banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers y sus efectos en los mercados internacionales, pero se mostraron confiados en que por ahora no se afecte la región.
"Es un hecho muy delicado, muy grave, aunque se venía casi que anticipando lo que iba a ocurrir desde la semana pasada", dijo el ministro de Hacienda, Oscar Zuluaga, al referirse a la difícil situación de los mercados internacionales.
Según el funcionario, al oficializarse la quiebra de Lehman Brothers, "aumentará el nerviosismo en los mercados financieros y la incertidumbre, y deberá afectarse de manera negativa la bolsa, además de que es probable que genere presión revaluacionista".
"Es una muy mala noticia para los mercados financieros", señaló Zuluaga, tras advertir que "no está en nuestras manos" prever lo que pueda ocurrir, porque es una crisis "gestada en los países desarrollados y se está dando en el principal mercado financiero del mundo: los Estados Unidos".
El ministro colombiano recordó que "siempre las crisis venían por países emergentes, países en vía de desarrollo, por problemas de confianza en los sistemas financieros de los países menos desarrollados".
"Y hoy ocurre exactamente lo contrario, lo que obviamente es muy delicado, es preocupante por la magnitud de las pérdidas y lo que esto puede significar en la confianza inversionista de los mercados internacionales", concluyó al respecto.
Por su parte, el presidente de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), Juan Pablo Córdoba, señaló que "Es difícil de pronosticar lo que pueda pasar" en Colombia y la región como consecuencia de la situación.
"El ambiente a nivel global hoy es de caída, de baja, en Europa las bajas son de 3% o 4%, pero han sido los sistemas financieros de Europa y de Estados Unidos los más afectados en esta crisis", explicó.
Agregó que "América Latina ha estado de alguna manera marginado de estas cosas, ya que los sistemas financieros están muy sólidos y las economías, aunque se han desacelerado, vienen con mucha fuerza de años anteriores".
Advirtió sin embargo que "difícilmente uno se puede aislar de una situación de esta magnitud".