Presidente Uribe pide apoyar a la Iglesia Católica para buscar la liberación de los secuestrados
Dicha petición la formuló este domingo 20 de enero en París, durante su reunión con familiares de Ingrid Betancourt. También urgió apoyar a los delegados de Suiza, Francia y España, así como el ingreso de una comisión médica humanitaria a la zona donde se encuentran los secuestrados, para que se les brinde atención y evitar que continúe el deterioro de su salud.
París, 20 ene (SP). El Presidente Álvaro Uribe transmitió a través de Fabrice y Lorenzo Delloye (ex esposo e hijo de Ingrid Betancourt, con quienes se reunió en París) una petición al mundo: que se apoye la tarea de la Iglesia Católica y el trabajo de los delegados de Suiza, España y Francia, para lograr la liberación de los secuestrados en poder de las Farc.

Ahora corresponde a las Farc escuchar a la Iglesia Católica y a los emisarios de Suiza, Francia y España, dijo Fabrice Delloye, ex esposo de Ingrid Betancourt, al término de la reunión que sostuvo con el Presidente Álvaro Uribe, este domingo 20 de enero en París. Foto: SP

“Nos reunimos con Fabrice, con Lorenzo, con integrantes de los grupos que trabajan aquí en Francia por la liberación de la doctora Ingrid Betancourt. Primero les he dicho que comprendo su dolor y su angustia. Ellos hacen parte del 50 por ciento de las familias colombianas que han sufrido el secuestro. Ellos me han hecho unas peticiones. Yo les he contado todos los esfuerzos que ha hecho el Gobierno y les he dicho que en este momento le pido al mundo que apoyemos la tarea de la Iglesia Católica”, dijo el Presidente Uribe al término de la reunión.
Recordó que la Iglesia Católica propuso una zona de encuentro y que el Gobierno Nacional la acepta con base en que sea en zona rural y desploblada, donde no haya cuarteles del Ejército y la Policía.
Además el Presidente Uribe pidió que se apoye el trabajo de los delegados de Francia, España y Suiza, lo mismo que a una comisión médica internacional para que pueda entrar rápidamente a la selva y poder apoyar a los secuestrados, a fin de que no continúe el deterioro de su salud.