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Bárbaro Álvaro Führiber Uribe Balas Vélez: dictador presidente autocontratado por término indefinido, de la República de Chibchombia (hay quienes creen que no es indefinido sino vitalicio). Estudió Derecho en su país y así se quedó. En Harvard y Oxford realizó estudios de física relacionados con la teoría de la relatividad, la cual ha usado de forma permanente en sus puestos públicos, como se verá.

Inicios

Presidente de la república de Locombia, nacido en medio de un matorral de la finca de su papi (Un traqueto amigo de DON Pablo Escobar el cual resulto saliendo el tio). Su niñez la pasó en medio de los cafetales y aprendiendo de su padrecito el arte de azotar peones; he aquí los orígenes de su vocación presidencial.
Sus estudios secundarios los realizó en el colegio internado "A Quién Le Importa" en donde fue el sapo informante del salón. De ahí salió su maña de contratar sapos informantes para la ayuda del paísa.

Estuditos superiores

Realizó sus estuditos superiores en la Universidad de Antioquia Papá!, en donde le regalaron el título de abogado hampón, con la especialidad de robar pensiones a viejitas desvalidas.
Posteriormente realizó sus estuditos en Harvard en donde gracias a sus nexos con el narcotráfico los directivos (recuérdese que era un típico lamboncito) pudo robar comprar su título. También ha hecho otros estudios como: corte y confección, peluquería y manicura, y reparación de vibradores. Además realizó los diplomados: cómo engañar a las masas, y cómo escalar posiciones sociales con el recto, graduándose de esto último con honores, recibiendo la medalla "el mollo más caliente".


Experiencia laboral

Sus años de práctica de abogado los realizó persiguiendo ambulancias e imponiendo denuncias al Estado que nunca ganó, también como lustrabotas en las puertas de los juzgados y llevando bebidas a las oficinas. Posteriormente aprovechó sus tierras heredadas para cultivar coca y desde la administración de la aeronáutica civil colombiana, trabajar para Pablo Escobar, lo cual lo introdujo en el mundo de la política.
Esto incluye que no sabe lo que es una prima de servicios o que no le suban el sueldo en más de un año. Tampoco sabe lo que son las protestas y según los rumores de La innombrable Corp., este personajillo pillo está mal pagadillo.


Expedición al Poder

Pálvaro empezó a ganar dinero en las Empresas Públicas de Mierda Medellín, el Ministerio del Trabajo, la Aeronáutica Civil y la Alcaldía de Medellín (la ciudad de la eterna balacera primavera), donde están las nenas más ricas (tanto en lucas como en curvas) de Colombia.
En los periodos 1986-1990 y 1990-1994, hizo de las suyas para que lo nombraran Senador, donde libró una dura batalla para acabar con la profesión de la medicina en el país, reduciendo drásticamente el salario de los médicos, por medio de su famosa ley 100.
Fue contratado como Gobernador de Antioquia en 1995. Allí inicia con sus famosos consejos populistas comunitarios, así como también crea su ejército privado que, en un homenaje a su labor, es bautizado con sus iniciales de campaña: Alvaro Uribe Candidato.
En una parte de su mandato, trató de liberar y separar la región del resto de Colombia, para con ello forjar una nueva nación; sin embargo, su grupo de analistas paisas lo convenció de que, mejor que separarse de la República de Colombia, era dominarla y conquistarla. Es por esto que emprendió su rumbo a la presidencia.

Primer Mandato

Álvaro fue elegido como Presidente de Colombia en el 2002, con la pretensa premisa de acabar con la corrupción, la guerrilla y el terrorismo. Se dice que la CIA le ofreció acabar con esos tres males en tres días, pero Alvarito declinó porque le pareció muy caro.
Desde el principio hizo grandes aportes al idioma, entre ellos su célebre tripleta "trabajar, trabajar y trabajar", hablar de él mismo en tercera persona, o referirse a "esta carnita y estos huesitos" para indicar qué tan duro le estaba tocando.
Otro de sus aportes hacia un nuevo español fue el de minimizar los problemas con diminutivos:
Le vamos a poner un impuestico al arrocito, a las lentejitas y a la lechita. Sus compinches colegas fueron los primeros inducidos; especialmente su amigo Fabio Echeverri al referirse a la reelección:
Eso es sólo cambiar un articulito en la constitución. Gran visionario, determinó que la mejor forma de acabar con las drogas era fumigar los parques nacionales, arrasando con todo lo que hubiera en ellos: opio, coca, fauna, y flora.
A mitad de su primer mandato tuvo la brillante idea de auto-reelegirse; pero lamentablemente había unas odiosas leyes que se lo impedían. Así que comenzó a donar embajadas y consulados entre los congresistas para que ellos le ayudaran a cambiar esas leyecitas.
Debido a su gran lambonería amistad con Jorge Caminante Arbusto, éste le pidió el favor de guardar unos cuantos desechos nucleares en el país, lo cual aceptó. Luego le pidió que firmaran un acuerdo para que Colombia recibiera los pedazos de pollo que no se comían los gringos, y de nuevo aceptó. Luego le siguió pidiendo más favores, y Alvarito siguió aceptando sin pedir nada a cambio.
Aparte del TLC, uno de los más grandes favores que Alvarito le hizo a su gran amigo Arbusto fue el de paralizar por tres días la turística ciudad de Cartagena para que Jorgito se paseara por ella. Arbusto le agradeció el gesto reconociendo su amistad en público.
Al finalizar su primer período, Uribito se esforzó por evitar que se acabara la gasolina en el país, subiendo los precios cada cuatro días. Trató de acelerar su deseo de acabar con la flora y la fauna, incendiando el Parque Natural de los Nevados. Luego les dijo a los colombianos que no merecían un Seguro Social tan malo, y decidió acabar con él.
Segundo Mandato

Convencido de que lo bueno (él) es dos y tres veces más bueno, le hizo segundo piso a su gobierno y se hizo reelegir. Sin empezar su segundo periodo le hizo saber a los colombianos cómo serían las cositas de ahora en adelante:
Queridos hijitos e hijitas: esta carnita y estos huesitos necesitan de su colaboración. Necesito que paguen unos nuevos impuesticos, que vendamos nuestras empresitas a los gringos, y que trabajen un poquitico más para que paguen estos nuevos impuesticos. Re-erecto electo con 7.363.421 paracos que votaron por él.

Líder y Mesías de la Uribología

En el año 2007 hubo un altercado entre los seguidores de Jesús Miranda (los locos esos del 666) y los uribistas, pues ambos bandos decían que su líder era el verdadero mesías y el salvador incuestionable de la humanidad. Los uribólogos se caracterizan por una fe ciega y un fanatismo irremediable por su líder. También creen que todo lo que él dice es la verdad revelada a los hombres; le atribuyen el don de la infalibilidad, y sobre todo, determinan que su líder es un ser incuestionable y mucho menos se le debe criticar. La Uribología divide el mundo en "Bien" y "Mal": el bien está representado por Uribe, sus amigos y seguidores, y el mal por la guerrilla y los críticos y detractores del gobierno, que en su gran mayoría no tienen nada que ver con la guerrilla, aunque Uribe y sus seguidores sostengan que sí.
Los Uribólogos se sienten felices, protegidos, y bendecidos por su mesías cuando los visita en los "consejitos comunalcitos"; éste les habla como un amoroso padre y les dice Todo lo que querás pedir, pedilo por los méritos de mi infancia y nada te será negado. Esto es suficiente para los uribólogos (o uribestias), quienes no creen importante comprobar si su promesa se cumple.
El símbolo de la Uribología es la motosierra, pues con ella sus paracos sacerdotes han logrado convertir y derrotar a los campesinos indefensos incrédulos, comunistas, y antropófagos, que no aceptan la verdad incuestionable del mesías y no creen en su promesa de traer un reino glorioso, duradero y poderoso a Estados Unidos Colombia.
Los creyentes de la Uribología afirman que su mesías ha realizado su advenimiento sobre Colombia para reinar por mil años, y para ganar las bendiciones de su reino hay que aplicar los principios y mandamientos de su doctrina, tales como: "amarás a Uribe sobre todas las cosas", "robarás a los pobres, para darle a los ricos", "matarás y te apropiaras de la finca de tu prójimo", "promoverás una santa guerra en vano", "privatizarás las empresas públicas", "te dejarás fornicar de los gringos", etcétera.
Para Uribe y sus seguidores, violar el tercer mandamiento, "no cuestionarás su santo nombre en vano", representa un pecado mortal: inmediatamente se salen de sus cabales, entran en un trance de ira, hablan y vociferan en lenguas extrañas, y empezaran a acusar al pecador de guerrillero y amigo de la subversión; y si los sacerdotes se llegan a dar cuenta, purifican al pecador descuartizándolo con la motosierra santa.