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Presión de superiores y líos familiares habrían causado crisis de agente que mató a tres compañeros
De izq. a der.: Teniente Adrián Tirado, Subteniente Juan Camilo Bedoya y Sargento Primero Luis Vargas.


Aníbal Amauri Acosta disparó las 35 balas de su arma de dotación contra sus compañeros de la estación de Policía del barrio El Poblado, en el sur de Medellín. Luego intentó suicidarse.
Varios de los 250 agentes que trabajan en la estación, que relataron cómo el agente Amauri desató su ira contra el teniente Adrián Tirado Santa, el subteniente Juan Camilo Bedoya Alzate y el sargento primero Luis Alfredo Vargas Cardona. Los tres llevaban entre 2 y 19 años en la institución.

A todos los mató a bala justo cuando entraba al turno de las 7 de la mañana. "Cuando recibió el arma, en el patio disparó contra todos sin razón aparente", dijo un policía.

De inmediato, Amauri salió hacia los dormitorios en búsqueda, al parecer, de otros compañeros para dispararles.

"Sin embargo, se le acabaron las balas del proveedor y entonces se encontró con otro agente, le quitó el arma y se disparó en el pecho", contó otro de los agentes.

El intendente fue trasladado a una clínica cercana.

El general Marco Antonio Pedreros, comandante de la Policía Metropolitana, dijo que el agente tuvo el miércoles en la noche una discusión con su esposa. "Al parecer tenía problemas familiares insuperables. Pero eso no justifica esta situación", aseguró.

Reconoció el alto grado de presión al que están sometidos los agentes por sus extenuantes horas de trabajo.

Un inspector de la Policía nacional llegó ayer a Medellín para investigar el caso.
MEDELLÍN