Dos borrachos se dirigían en automóvil a sus casas. De pronto, uno le grita desesperado al otro: - ¡Cuidado con el árbol! ¡Cuidado con el árbol! Chocan de frente contra un árbol y, por suerte, salen ilesos. Cuando logran recobrar el conocimiento el mismo sujeto reclama: - ¿No te dije que tuvieras cuidado con el árbol? - Sí, ¡pero tú ibas manejando! |