Este prototipo está basado en el TT Roadster, la versión descapotable del Audi TT.
Respecto al TT roadster, Audi ha prescindido de la capota de lona. También ha eliminado el parabrisas y las ventanillas. En su lugar hay un cristal, ligeramente oscurecido, de poca altura sin ningún montante que divida la parte que hace de parabrisas de la que queda en las puertas.
Otros cambios de aspecto afectan a la parrilla delantera y los paragolpes (más grandes), a los arcos de protección antivuelco y los retrovisores (más pequeños), a los faros (con luz diurna mediante diodos) y al los terminales de escape (más grandes y de forma ovalada). Además, las pinzas de freno son de color naranja y los aros de Audi están colocados sobre el capó, como en el R8, y no en la parrilla.
Los pasos de rueda están ensanchados respecto a un Audi TT y dan cabida a unos neumáticos de medidas 265/30 R20 (el ancho de vías es 80 mm mayor). Los frenos son cerámicos.
El interior es similar al de cualquier otro Audi TT con algunos cambios de estilo, entre ellos el marco del cambio de marchas que es como el del R8. En el aireador central hay un mando para manejar un reproductor MP3 de Bang&Olufsen. Los cinturones son de tipo arnés.
El motor es una variante del 2.0 TFSI que, en este caso, da 300 CV, 35 CV más que la versión más potente que actualmente se comercializa (el del Audi S3). La tracción es a las cuatro ruedas, algo que de momento no está disponible en los TT con motor de cuatro cilindros.