Denunciante Dorado
 | ‘Rambo, La Última Misión’, o la venganza como digno arte de entretenimiento y de… satisfacción
Calificación: de
5,00
 | Sylvester Stallone conocido popularmente como Sly, pone punto final a la saga del ficticio ex combatiente de Vietnam atormentado por su pasado con su versión más violentamente gráfica. El actor, un ícono del cine de acción que este año como Bruce Willis con ‘Glass’ y Arnold Schwarzenneger en ‘Terminator: Dark Fate’ a estrenarse en Colombia el 31 de octubre, se ha unido a la nostalgia de los ‘revivals’ o continuaciones. Gracias, Sylvester. Creador del legendario Rocky Balboa. Nombrado por Germán Escallón en su canción de apertura de la serie N.N (‘Busco una nenota que me dé su corazón sin que sea yo Tarzán, Higuita o Stallone ¿Lo recuerdan?). Fundador de la cadena de restaurantes Planet Hollywood precisamente junto a los mencionados ‘Brucie’ y ‘Arnie’.
Todo esto y más es Sylvester Stallone, un hombre que arrancó su carrera cinematográfica en el porno (sí, es cierto), para luego convertirse gracias a su magna obra, el maravilloso boxeador al que apodó como ‘El Semental Italiano’, en una referencia del séptimo arte en Hollywood. Bueno, yo también lo recuerdo con afecto por ‘Cobra’. También por ‘El Demoledor’. Y ahora con ‘Rambo: La Última Misión’ a sus muy bien llevados 73 años, me hace respetarlo más como uno de esos intérpretes que a lo mejor no tengan el brío ni la trayectoria de por poner ejemplos Dustin Hoffman, Robert De Niro o Tom Hanks, pero que de todas maneras es absolutamente necesario.  ¡Y cómo se ha vestido de frac el señor Stallone para esta ocasión tan particular! ¡Oh, sí! Pensaba verme ‘Ad Astra’ en primera instancia en esta noche, pero pudieron más las ganas de: 1). Disfrutar de una función más temprano, concretamente a las 4:30 p.m. Cuestión de madrugar a ir a trabajar, ¿comprenden?, y 2) ¿Cómo iba a dejar pasar la oportunidad de ver por fin a Sly en pantalla grande? Máxime cuando se trata del capítulo definitivo que empezó con la excelente ‘Rambo: First Blood’ estrenada en el año de mi nacimiento, 1982.
He de decir que no me acuerdo de nada de la segunda y tercera partes las cuales debí verlas en aquellos lindos tiempos del alquiler de películas en VHS. Pero gracias al primer spoiler de ‘Rambo 5’ (no me miren así, por favor. Que igual están diciendo ‘Terminator 6’, ¿y qué?), que se trata de las escenas que acompañan a los créditos finales se me iluminó en algo la sesera y me dije: ‘Ah, verdad que esto fue lo que pasó…’
 En fin. Me dirigí al Royal Films de Simón Bolívar que tengo la fortuna de quedarme a pata desde mi casa con las ganas de ver una historia que me sacudiera. Que me hiciera sentir que estaba viendo un verdadero largometraje de acción. Que le hiciera justicia al señor Stallone como el buen artista de este tipo de filmografía que ha sabido ser (aunque Rocky realmente se trate de un drama…). No me defraudé.
Es más, me siento agradecido por haber tenido la oportunidad de poderme mover en mi silla con éxtasis, haber exclamado interjecciones de emoción soltando también uno que otro hijuepuetazo (por supuesto, en un tono lo suficientemente bajo), y recrearme la vista como un chiquillo que observa con su mayor atención una galería de dulces ante las escenas en las que Rambo hace lo que mejor sabe hacer.
 ¡Qué severas mataceras, carajo! Recordando en la parte final como lo dijera Master en un post anterior una versión de ‘Mi Pobre Angelito’… ¡pero sangrienta! ¡Muy sangrienta y explícita! ¡Vaya frases las de nuestro personaje dichas con un rencor desbordante! Ese método de tortura empleado hacia un mal***ido mostrado en un primer plano brillante… ¡Esto es lo que fui a ver!
Sin embargo, dejar todo el peso de la sinopsis en estos detalles sería injusto. Porque Stallone en las escenas donde se retrata su cotidianidad campechana a modo de un cowboy viejo pero digno, muestra una solidez histriónica bastante admirable que no tiene nada que envidiarle a un Di Caprio.
Y no se crea que las escenas violentas se muestran de manera gratuita como a lo mejor pude dar a entender algunas líneas atrás. Si algo destacado por igual tiene esta producción según la mirada de este servidor, es que las partes digámoslo más salvajes aparecen en el punto indicado y en las dosis correctas. Así que ‘Rambo: La Última Misión’ no es en ningún modo un descarrillado tren de sucesos vertiginosos uno tras otro, sino que el trasfondo se va deshilando a su ritmo particular para concluir en esos momentos donde Sly tiene la oportunidad de demostrar toda su pericia física y malicia de veterano combatiente con el fin de partirles la madre a los bastardos que bien merecido se lo tienen.
 En cuanto a los villanos y el lío en el que Rambo se mete en esta ocasión… habrá gente que tendrá sus reservas y hasta puede resultarle ridículo todo el asunto. Yo por un momento pensé durante la proyección que la ‘chupamelculo’ pudo haber sido otra en vez de… eso; pero libre después de estúpidas pretensiones intelectuales, me sumergí simplemente en el contexto de las lacras a quienes Rambo decide acabar, y hasta pensándolo bien no se trata de un problema de ficción sino de una puerca realidad… bastante presente, por cierto.
Gracias una vez más por sus lecturas.
Soyado
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