El que no hayan logrado arrodillar formalmente a todas las instituciones (hasta ahora, valga aclarar) no significa ni de asomo que estas sean enemigas declaradas del uribismo.

Mi Martinez, Ordoñez, Vivian, Iguaran, Carrillo, Maya, Morelli y Turbay Jr difícilmente podrían ser calificados de antiuribistas ni mucho menos de surrrrdos. Si acaso el petardo del Montealgre ha sido el único funcionario de ese calibre que ha osado controvertir al Mesías en público.

Y ni hablar de quienes han ostentado orgullosas mayorías en el Congreso durante casi todo este siglo. Posar los uribistas de perseguidos es como querer pintar al Millonarios de Gacha y el Chiqui como el gran damnificado de los arbitrajes dudosos en los ochentas.