Dos colombianas paila y dos venecas con actitud.
La última vez que vi a Luisa estaba detrás de la barra ayudándole a la novia en jeans y tenis, se veía como cualquier vil mortal y se me quitaron las ganas que le traía desde hacía mucho. Pero ahora entré a fiebre y me recibió ella posando en las escaleras con esas piernas eternas, esa sonrisa. Deberían incluir un curso básico de modelaje y protocolo a todas las que empiezan en esto.
Después de un par de vueltas se dio cuenta que la miraba como si me faltara un cromosoma entonces viendo una presa fácil se me acercó y con ese encanto paisa me terminó de freír el cerebro. A pesar de todas las advertencias de los que saben, por la tarifa oficial decidí subirla y sacarme esa espinita, no había visto a la novia de ella por ahí entonces quién quita! Pero subiendo las escaleras ahí si estaba. Mierda.
Un polvo muy básico, lo único sobresaliente fue la mamada y de pronto a alguien le gusten esos gemidos fingidos y exagerados. Remilgosa y canchera quería sacar más plata pero sin dar nada de sí. Se moja fácilmente pero igual es superfingida y no se entrega. Aca dicen que a esos polvos malos toca ponerlas en cuatro y darle como a rata en costal. Creo que ella también lo leyó porque ella misma se volteó "agarrame de aca duro y dame"... "mas duro!"... "MAS DUROOOO!!!" Si alguien tuviera un micrófono en el cuarto y la juzgara solo por el audio creería que es un polvazo. Puro tilin tilin. Supongo que mejor asi porque si fuera buen polvo con ese encanto y porte de pronto me encoña y hasta ahí me llegó la platica
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Una de esas noches que se hacía tarde y ya me quería ir pero no me quería ir sin tirar (ahí es cuando se toman las peores decisiones) terminé en atonis. Montón de venecas feas con panza, sólo me llamó la atención una morena bonita flaquita, creo que se llama Valentina. De lejos se veía muy bien, lo único malo era lo bajita. Ya de cerca le vi la cara un poco fea pero entre eso e irme con las ganas... De actitud amable y servicial, pero como casi todas las venecas con poco encanto y se le notaba que no sabía trabajar. Según ella había llegado hacía dos semanas de venezuela, hacía una al santa fe, no había subido todavía con ningún cliente y llevaba meses sin tirar.
En el cuarto cuando se quitó la ropa que decepción, aunque sí es flaca se le notaban las secuelas de un embarazo reciente entonces tenía todo a medio colgar. Flaquita pero sin gracia. Después de una mamada mediocre yo me estaba preocupando que de pronto ni siquiera se me iba a parar bien. Cuando veo que está empapada abajo y que me mira con cara de hambre, se me encarama y pega una violada como nunca, ella arriba, yo arriba, de pie, cargándola, de medio lado, bocaabajo, perdí la cuenta... me salió refiera la venequita. Terminé aporreado, adolorido y desconcertado, como si me hubiera pasado por encima el demonio de tazmania, por supuesto con una sonrisa de oreja a oreja, si fuera más acuerpada yo creo que me hubiera roto algo.
Me dije a mi mismo que iba a dejar pasar un tiempo a ver si se reafirmaban las carnes. Después de meses volví a entrar a atonis. Es el que más se ha sabido favorecer con las venecas, compraron buena iluminación, buena insulación para que no se les congelen las viejas con el sereno, buen sonido, le ampliaron el VIP pero sin cagarse el ambiente como en fiebre, ya se arreglan mejor las viejas. De pronto por el cierre de lion pero también las veo más ricas. Para tener en cuenta.
De lejos vi a la morena flaquita, por la distancia otra vez la vi bonita. Pero imposible distinguir con ese vestidito levantador si estaba igual de flácida o más firme. Me hice el guevon y ella me hacía desde allá una de esas miradas intensas que botan las putas cuando uno no se acuerda de ellas, combinación de "es que no se va a acordar de mi malparido" y "papi vamos a hacer el amor bien rico". No se me acercó ni yo a ella. Así quedamos.
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Otra noche igual tarde con ganas de irme descargado me fui a ver callejeras, ya a esa hora hay pocas opciones y toca andar con más cuidado pero al menos no joden tanto por el tiempo en las residencias. Justo detrás de la salida de troya esa residencia que también tiene salida a la 24 siempre se hace Estefanía, bogotana blanca, delgada, agraciada con vestido partido a los lados. Está rica pero polvo para olvidar. Al menos tiene ese movimiento mecánico cuando una vieja lo cabalga para hacerlo venir cuanto antes pero preferí guardar el tiro.
Más bien salí a seguir buscando, por la misma cuadra por ahí abajo de lion andaba una veneca Daniela fumando hierba con la "hemana". Piel morena, bajita, con un montón de silicona encima, no es caribonita pero si me parece que es cara de sexo, una pinta de perra que tienen pocas venecas. Muy buen polvo apenas para sacarme el sinsabor de la local, arrecha y complaciente. También la he visto por la 24.