Ni ayer ni hoy a estas horas. Desgraciadamente, la final de la Copa Libertadores 2018 será más recordada por los asuntos extra deportivos que han impedido el normal desarrollo del partido que PRETENDE DEFINIR al nuevo campeón del torneo futbolístico más importante a nivel de clubes de Sudamérica en reemplazo del Gremio de Brasil.
Y si es que se juega por fin el encuentro, ya que de acuerdo a lo que leí en un artículo de la edición web del Diario As en su edición argentina escrito por Marcos Durán, una de las posibilidades es que a Boca se le dé el partido por ganado.
El partido de ida en cancha de La Bombonera y que se saldó con empate a dos tantos, se tuvo que aplazar por un motivo totalmente ajeno a los desmanes provocados ayer por algunos (imbéciles) seguidores de River. Esa vez fue una lluvia sin precedentes en Buenos Aires la que literalmente aguó la fiesta planeada para el 10 de noviembre.
A estas alturas y de acuerdo a lo expresado por el texto periodístico mencionado, no hay absolutamente ninguna fecha definida. Se indica que este martes habrá una reunión para tratar de encontrar un espacio en el calendario que, presupuesto yo, trate de favorecer a ambos equipos también pendientes del desarrollo de la Súper Liga Argentina.
Otra de las opciones que se manejan para dar por fin una conclusión "honorable" a este drama es el de jugar el encuentro en el que recordemos River es local, en otro país y sin público en las tribunas. Ya esto sería un desastre a mi modo de ver, por cuanto hay que pensar en aquellas personas que pagaron su entrada para ir al Monumental y que con sus boletas en la mano están más perdidos que el hijo de Lindbergh.
Recordemos igualmente que hasta ayer sábado 24 de noviembre en la noche, el Estadio Antonio Vespucio Liberti estuvo clausurado oficialmente por la Municipalidad de Buenos Aires, veto el cual fue depuesto y que se usó más a mi parecer a modo de llamado de atención trasnochado. Lo que no eximió al Club Atlético River Plate de pagar una multa debido a los boludos comemierda que recibieron a pedradas el bus en el que se transportaban los jugadores, cuerpo técnico y representantes del Club Atlético Boca Juniors.
En una encuesta realizada en el sitio web lapaginamillonaria.com, lugar en el Internet que publica noticias de River, se les pregunta a los visitantes si están de acuerdo con la decisión de la Conmebol de postergar la Superfinal (así la llaman los argentinos, qué hacer), y hasta el cierre de este Post el ‘sí’ solo se impone por un 2% al ‘no’.
Muchas preguntas quedan sueltas: ¿La agresión de ayer fue en represalia de lo sucedido en el 2015 entre precisamente Boca y River en la cancha del primero también por Libertadores? ¿Cómo castigarán a los manes que la provocaron? ¿Qué pasará con las entradas vendidas para el partido de vuelta de la final de la Libertadores? ¿Sería realmente capaz la Conmebol de concederle el partido como ganado al Boca? A ver en qué termina toda esta locura.
Por Soyado
Fe de Erratas: En mi artículo anterior sobre el partido de ida Boca-River, mencioné que River tiene ventaja sobre Boca porque supuse mal que el gol visitante valía en la Final de la Libertadores. Pues no; en caso de que se juegue el encuentro de vuelta si el partido resulta empatado en el tiempo reglamentario, se jugará tiempo extra que desembocará en los penales de mantenerse la igualdad. Por favor, me disculpan.