Piden 50 votos por contratista para Vargas en la Alcaldía de Barranquilla
Por LAURA ARDILA ARRIETA
Así lo confirmamos en La Silla Caribe tras hablar por aparte con cuatro contratistas de las secretarías de Educación, Cultura, General y Recreación y Deportes, cuyos nombres y otros detalles nos reservamos por su seguridad laboral, y porque de otra manera no hubiesen accedido a contarnos.
Ellos todos tienen contratos por prestación de servicios y coincidieron en que este mes de mayo (los días exactos sí variaron en cada caso) sus jefes directos les pidieron buscar cada uno 50 personas comprometidas a votar por Germán Vargas Lleras y relacionar sus nombres en unas planillas.
El número les resultó sorprendente porque, según aseguran las fuentes, para las legislativas del pasado 11 de marzo también les habían solicitado poner votos (para el senador Arturo Char, hermano del Alcalde), pero entre 5 y 25.
(De hecho, cuando le contamos esta historia, un político tradicional costeño nos dijo que pedir 50 votos a un contratista "es un despropósito", es casi obligarlos a convertirse en líderes o mochileros, que es como se les llama a los profesionales de la compra del voto en los barrios).
La versión más detallada nos la dio el contratista de la Secretaría de Educación (los otros prefirieron no entregar más detalles por temor a quedar en evidencia dentro de esta historia y que luego los echen).
Este contratista trabaja en una de las áreas u oficinas en las que está dividida esa cartera, que son: gestión administrativa docente, calidad educativa, cobertura e inspección, vigilancia y control.
Relata que exactamente el pasado miércoles 9 de mayo su jefe directo en una de esas áreas le informó a él y a otros compañeros que para esta semana que acaba de pasar cada uno debía entregar los listados con los datos de las 50 personas.
Los nombres deben organizarse en unas planillas virtuales en formato excel -en las que además se pide dirección, barrio, teléfono y lugar de votación del sufragante comprometido- y luego ser enviadas al correo electrónico personal del jefe.
Para Congreso, prosigue la fuente, también le habían pedido votos, pero “apenas” 20 porque no tiene padrino político. En esa ocasión, a los contratistas que sí cuentan con palanca, les solicitaron entre 5 y 10 votos para Arturo Char.
“50 votos es mucho, además que ellos llaman a confirmar que las personas existan y que de verdad vayan a votar, yo no sé cómo voy a hacer para conseguir llenar eso completo, ya esta semana no entregué nada”, nos dijo el viernes el contratista de Educación.
Esta persona dice tener claro que si no cumple, muy probablemente no le renueven el contrato.
“Mi contrato es de seis meses, el año pasado tuve contrato todo el año, pero este año aquí (en la Secretaría de Educación) hicieron los contratos de cuatro o seis meses y nos dijeron que la renovación iba a depender de los resultados nuestros en las elecciones”, aseguró el contratista.
El modelo de planilla virtual usado esta vez es el mismo que usó en marzo, sólo que ese momento no debía enviar su listado a un correo sino entregarlo en una memoria USB.
Según el contratista, los listados los recibe el jefe directo de cada área y luego son entregados a “un encargado” en la Secretaría sobre cuya identidad la fuente no tiene mayores detalles.
La persona con la que hablamos nos mostró su planilla y también el correo personal al que debe enviarla.
Luego de oír su caso en detalle, buscamos a la secretaria de Educación de Barranquilla, Bibiana Rincón Luque, para preguntarle por este hecho indebido.
Ella, quien llegó al cargo en agosto del año pasado, en reemplazo de la actual directora del ICBF, Karen Abudinem, nos respondió que no estaba enterada de la situación:
“De inmediato comenzaré a hacer las averiguaciones del caso, con la salvedad de que la Secretaría de Educación distrital es ajena a esta clase de prácticas”, aseguró la funcionaria.
Cuando le contra preguntamos por qué a algunos contratistas de la Secretaría este año los contratos les habían salido por pocos meses (según nuestra fuente, esa es una forma de presión para que busquen votos a cambio de que se los renueven) Rincón Luque respondió que los plazos de los contratos dependen de las necesidades del servicio para cada programa o proyecto.
Como la información que tenemos involucra a otras tres secretarías, también buscamos a la jefa de prensa de la Alcaldía, Diana Acosta, quien nos contestó que daría trámite a la consulta, aunque eso no había sucedido al momento de la publicación de esta historia.
No es la primera vez que a La Silla Caribe llegan testimonios de contratistas de la Alcaldía de Barranquilla que nos cuentan cómo allí les piden votos o ayudas para los proyectos electorales charistas y vargaslleristas.
En septiembre del año pasado habíamos contado, por ejemplo, que a contratistas de la Secretaría de Gestión Social les entregaron planillas en blanco para que cada uno recogiera 30 firmas para soportar la candidatura de Germán Vargas Lleras (que se presentó por firmas).
Y hace tres años revelamos cómo usaron la Alcaldía -que en ese momento estaba bajo la batuta de la exalcaldesa charista Elsa Noguera- para buscarle votos al propio Álex Char.
La ley permite a los contratistas participar en política, pero no a los funcionarios y, en cualquier caso, está prohibido presionar a unos o a otros y usar una entidad pública para hacerle campaña a alguien.
Confirmar este tipo de denuncias nunca es fácil, pues nadie da la cara porque no quiere perder su trabajo.
Sin embargo, dado que las cuatro personas que nos hablaron de manera separada coincidieron en el número de votos, y que ya en el pasado otros nos habían contado lo mismo, queda clara la condición de la Alcaldía barranquillera de despensa de apoyos amarrados para los Char. Y, en este caso, para su aliado Vargas.