A propósito de esta columna, recuerdo el tango de Carlos Gardel, "Cuesta abajo"

"Ahora cuesta abajo en mi rodada
Las ilusiones pasadas
Ya no las puedo arrancar
Sueño, con el pasado que añoro,
El tiempo viejo que hoy lloro
Y que nunca volverá"

Cita:

Los del No, en la mala Por HÉCTOR RIVEROS · 14 DE OCTUBRE DE 2017 Ha pasado un año desde que obtuvieron una victoria casi épica, que amenazaba con desestabilizar al Gobierno e incluso con forzar la renuncia del Presidente, y no solo nada de eso ocurrió, sino que ninguno de quienes se atribuyeron el liderazgo de semejante resultado está hoy mejor posicionado en la opinión pública, y a siete meses de la elección presidencial ninguno de sus voceros registra opción real de llegar a la presidencia. Es realmente curioso. Como se señaló desde el primer momento, el resultado del plebiscito no debilitó, sino que incluso reforzó la gobernabilidad del Presidente Santos, y prácticamente todos los que reclamaron el triunfo, incluido el expresidente Álvaro Uribe, tienen una opinión desfavorable más alta que la que marcaban entonces. Lo normal hubiese sido que alguno de los voceros del NO se catapultara y fuese el casi seguro ganador de la próxima elección y que la opinión castigase duramente a quienes representaban el SÍ, pero eso no ocurre todavía; es posible que ocurra antes de mayo del próximo año, pero el hecho cierto es que hasta hoy la victoria del NO resultó para sus representantes ser una victoria pírrica. Según la encuesta bimestral de Gallup, el expresidente Uribe ha perdido casi 10 puntos de favorabilidad entre el triunfo del NO y ahora; incluso en este lapso su opinión negativa superó la positiva como solo había ocurrido una vez desde hace casi 20 años. Todos los precandidatos del Centro Democrático de los que hay registro en la encuesta han crecido en desfavorabilidad desde octubre del año pasado hasta ahora: Iván Duque pasó de 11 a 19; Carlos Holmes Trujillo, de 19 a 24; Alejandro Ordóñez, de 27 a 29. Incluso Martha Lucía Ramírez pasó de 18 a 23. En cambio, los del Sí han mejorado su imagen, poco pero mejorado: De la Calle, de 47 a 51; Fajardo, de 43 a 48; Robledo, de 26 a 32. Hasta Petro pasó de 35 a 36. La aprobación de la gestión presidencial está en 25, más o menos lo mismo que ha tenido en los últimos dos años, e incluso en otras mediciones algo ha mejorado. El ex vicepresidente Germán Vargas, que se está volteando del Sí al No, ¡pasó en el último año del 28 al 43 en imagen desfavorable! Lo curioso es que esta semana, a través de terceros, nos notificó definitivamente que se pasaba al NO, incluso si se acogieran sus propuestas en la reglamentación de la JEP, como ocurrió. Se salió de la coalición de gobierno y está actuando unificadamente con el Centro Democrático en el Congreso en lo que tiene que ver con la implementación del acuerdo con las Farc. La decisión de Vargas seguramente está precedida del diagnóstico de algún asesor, que debe ser extranjero, o colombiano con un sentido común bien agudo, que le dijo que definitivamente a la mayoría de la gente el acuerdo con la guerrilla le molestaba, que su puesta en marcha está llena de dificultades y etc., y que era inteligentísimo manotear la mesa y levantarse. Hasta la última encuesta de Gallup de intención de voto (la que hasta ahora he tomado de referencia es la bimensual sobre el clima de opinión general), el primer candidato de los que había votado por el NO aparecía de ¡séptimo! en intención de voto. Los seis primeros, incluido Vargas, votaron Sí ese 2 de octubre. El panorama puede cambiar, claro. La opinión pública es muy voluble y en Colombia es muy difícil predecir como los muestran los números que estoy comentando. En la próxima medición de la misma encuesta aparentemente el uribismo habrá escogido su candidato y Vargas podrá ver el efecto que tuvo en la opinión la recomendación de su asesor. Los números puede que sean otros, pero no parece que sea así. Otro indicador interesante es el de los niveles de audiencia de los medios de comunicación de RCN, que adoptaron como línea editorial la oposición al acuerdo. El noticiero de televisión mantiene un bajo registro, casi la mitad de su competidor más directo, que es Caracol TV, y en radio haber asumido en la FM una posición radicalmente abierta contra el proceso con las FARC luego del nombramiento del periodista Hassan Nassar como director tampoco ha significado mejoría en la audiencia, y la cadena básica, el único de los medios de ese grupo que mantiene una posición equilibrada, sigue con mejores niveles de audiencia que su homóloga. Los columnistas de opinión más leídos, según la encuesta de líderes de opinión cuyos resultados están por salir, siguen siendo los que han apoyado el proceso, como Daniel Coronell, María Jimena Duzán y Daniel Samper Ospina. Se dice que en materia de columnistas la gente suele leer a aquellos con los que está de acuerdo. Las movilizaciones que se han convocado para protestar por el acuerdo no han tenido los niveles de asistencia que se esperaban y aunque los dirigentes de la oposición al gobierno insisten en que el Presidente se robó el resultado del plebiscito, no hay una manifestación espontánea de la ciudadanía para reclamar por ello y para impedir la implementación del acuerdo. Todo ocurre en el marco del rechazo mayoritario a ciertas concesiones que se le hicieron a las Farc y a la tendencia hacia la derecha que marcó la encuesta del DANE sobre comportamiento político, que extrañamente no ha merecido ningún comentario. Es un caso extraño de tendencias de opinión pública que los asesores de Vargas leyeron solo parcialmente. ¿Le habrán cobrado por ese diagnóstico?

Fuente: La Silla Vacía