De lo sucedido hasta el momento se tiene claro:

1. La marcha fue el comienzo de la campaña electoral del uribismo.

2. Aunque no se puede decir que todas las personas que salieron a marchar son uribistas, el Centro Democrático tiene una base importante para las próximas elecciones.

3. El uribismo no tiene una figura nacional. El que se acerca a este perfil es Luis Alfredo Ramos. Si la CSJ lo absuelve, será su candidato presidencial.

4. El partido conservador es un posible aliado, pero seguramente lanzará su propio candidato que bien puede ser Ordóñez o Marta Lucía Ramìrez.

5. Dada la fragmentación de la izquierda, el centro y la centro derecha, las posibilidades de que la extrema derecha llegue a la segunda vuelta con un candidato, son altas.

6. La extrema derecha se unirá con sectores importantes del partido conservador para enfrentar a la otra orilla en la segunda vuelta que a su vez también armará una coalición, con excepción del Polo que se abstendrá.

En resumen, hay Uribe para rato.