Ni amo al projimo ni soy buena gente ni tengo buen corazòn. Voté como voté en octubre porque podía y llegué a la conclusiòn que prefería esa opciòn. Años antes abogaba por la opciòn contraria, que es la que he apoyado casi toda mi vida adulta, y era exactamente la misma persona que hoy en dia. Tal vez tenía una informaciòn diferente, eso es todo, pero en esencia era el mismo.


Me parece una idiotez presumir que para ser de derecha haya que detestar al projimo y ser mala persona como parece deducirse de sus comentarios anteriores. Mi padre era un derechista consumado y no he conocido mejor persona que él en la vida. De hecho, la mayoría de mis amigos lo son y yo me preciò de preferir esa tendencia a la izquierda.