Los presidentes de empresas que fueron a La Habana a reunirse con la cúpula de las Farc regresaron gratamente sorprendidos. Estuvieron las cabezas de Promigás, Grupo Sura, Bancolombia, Manuelita, Alquería, Carvajal, Nutresa y el rector de la universidad Eafit. Intercambiaron opiniones durante tres horas con Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Pastor Alape y el resto del grupo, y concluyeron que esa organización guerrillera cree sinceramente en la paz y no considera que el proceso tenga reversa. A pesar de que algunos de los empresarios tienen aún ciertas inquietudes sobre la sostenibilidad del posconflicto, consideraron que esa cumbre fue muy constructiva.
Algo que les llamó la atención es que los guerrilleros aspiran a que en los territorios donde han venido ejerciendo influencia, el Estado implante un sistema de beneficios tributarios similar a la Ley Páez. Esta fue decretada en 1995 para recuperar económicamente a una zona del norte del Cauca azotada por el terremoto del año anterior. Consistía en dar exenciones de impuesto a la renta y complementarios para incentivar a nuevas empresas a establecerse en la región. Los promotores de esta idea, Carlos Antonio Losada y Pastor Alape, consideran que una vez firmada la paz empresas multinacionales se instalarían ahí si les ofrecen esas gabelas.