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Heráclito
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Predeterminado Respuesta: Píldoras para la memoria: El gran complot

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Entra el DAS en acción
La víspera de este encuentro, el abogado de 'Tasmania', Sergio González, estuvo reunido con el 'Tuso' Sierra, su otro defendido, en la cárcel. Sierra era un narcotraficante que esperó por más de dos años ser reconocido como paramilitar y que finalmente lo había logrado, pero tenía sobre su cuello la espada de Damocles de la extradición. Quería mostrarse como aliado del gobierno. Además, intentar salvar a su paisano, Mario Uribe. Por eso el complot contra Iván Velásquez se fraguó allí, en el patio uno de la cárcel de Itagüí.

El negocio que le ofrecían a 'Tasmania' era muy sencillo: le darían una casa para su mamá, el 'Tuso' le garantizaría la inclusión en Justicia y Paz, y un traslado al patio uno, donde solo había jefes paramilitares. Esto era crucial para 'Tasmania', pues en la cárcel tenía un enemigo acérrimo: 'René', el comandante del Bloque Suroeste de las AUC.

'René' no había asistido en 2005 a la desmovilización de sus hombres, según le dijo al Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, porque tenía miedo. En el 2003 había recibido un atentado que él atribuía a Ernesto Garcés Soto, un reconocido cafetero de la región, y al propio Uribe y su hermano, pues 'René' había asesinado al administrador de una finca de Garcés. El atentado se lo atribuía 'René' a 'Tasmania'. Era una vieja “culebra” de esas que no dejan dormir en paz en la cárcel.

Luego, para lograr un traslado de patio, todo lo que debía hacer 'Tasmania' era mentir: escribir una carta en la que asegurara que Iván Velásquez le había ofrecido beneficios a cambio de enlodar al Presidente de la República. Para poder hacer este montaje fue que González se había demorado casi dos horas antes de llegar a la diligencia de ese 10 de septiembre, que para Velásquez había sido frustrante y de rutina.

El 11 de septiembre, un día después del viaje a Medellín, sonó el teléfono de Iván Velásquez. Era el presidente Álvaro Uribe. Lo primero que le preguntó era si aún estaba en la investigación de la para-política. “Sí”, respondió Velásquez, un poco intimidado por semejante llamada. Entonces Uribe le dijo que tenía rumores de que un tal 'Tasmania' lo quería involucrar con un supuesto atentado a René, el jefe paramilitar de una región donde Uribe y su familia han tenido fincas, y de donde además, son oriundos.

Velásquez, confiado, le dijo que él no tenía ninguna información al respecto, y que justamente el día anterior había estado con 'Tasmania'. La llamada de Uribe le pareció insólita, pero no más.



Algunos desmovilizados de las AUC, como Antonio López (quinto de izquierda a derecha) participaron activamente en los múltiples intentos de desprestigio contra Velásquez. Foto: archivo Semana.

Pocos días después, un viejo conocido de Velásquez, quien es gran amigo de Mario Uribe, lo buscó. En tono muy amable le advirtió que esa investigación en la que estaba metido le podía traer muchos problemas de seguridad. Iván dijo que sí, que era consciente de eso.

Luego le sugirió que dejara la Corte, y que él estaba seguro de que Mario Uribe, y el propio Presidente le ayudarían a conseguir un cupo como magistrado del Consejo Superior de la Judicatura. Iván respondió que eso no era posible. Él sencillamente nunca sería elegido por el Congreso para tal cargo, era un absurdo.

El amigo mutuo, le dijo que Mario quería charlar con él, que estaba dispuesto a tomarse un café, y que por cierto, andaba cerca, que solo era marcarle y vendría. Iván declinó la propuesta. Finalmente, el conocido le dijo que tuviera cuidado, que podían hacerle daño a su imagen.

En perspectiva, todos estos hechos pueden verse como un intento de ablandar a Velásquez, antes de echar a andar el gran complot. El 26 de septiembre, dos semanas después de la reunión con 'Tasmania', la Corte Suprema finalmente llamó a indagatoria a Mario Uribe.

Tres días después, el complot se puso en marcha, según se ha probado por parte de la justicia. El 29 de septiembre Bernardo Moreno, secretario de la presidencia, llamó a María del Pilar Hurtado, directora del DAS y le dijo que debía recoger una carta en Medellín. Ésta a su vez se reunió con Fernando Tabares, jefe de inteligencia y con Marta Leal, subdirectora de operaciones del DAS. Esta última resultó elegida para viajar y reunirse con Sergio González cerca del aeropuerto.

Según su versión ante la justicia, "subimos en su vehículo en compañía de su esposa, y nos dirigimos a un lugar que está a unos 15 minutos del aeropuerto donde nos sentamos a hablar del documento que me iba a entregar".

Ese mismo día 'Tasmania' la había firmado, pero la redacción venía hecha por González. Dos días después, el primero de octubre, vuelve a Medellín por la carta original, pero esta vez quien se la entrega es el conductor de Mario Uribe.

En las versiones oficiales que dieron tanto los funcionarios de Presidencia como Hurtado, era que el dos de octubre la carta había llegado a la Casa de Nariño. Que el presidente la recibió y llamó al DAS para que investigara si lo que en ella se decía, era cierto.

En realidad lo que se pretendía era que toda la labor de “inteligencia” que había hecho el DAS para desprestigiar a Velásquez, se “blanqueara” ante otras instancias de la justicia. La carta no llegó a la Presidencia, sino que fue recogida por Marta Leal en Medellín.

Iván Velásquez tuvo noticia de esta reunión en Palacio y por eso el 4 de octubre pide una reunión con la sala penal de la Corte y les cuenta, que hay una orden judicial para interceptar sus teléfonos y vigilarlo. La Corte, de inmediato, eleva denuncia penal ante la Fiscalía y queja ante la Procuraduría.

El lunes 8 de octubre, el presidente Uribe dice públicamente que tiene una carta muy grave, en la que un paramilitar llamado 'Tasmania' asegura que Iván Velásquez le ofreció prebendas para que dijera que Uribe había mandado matar a 'René', el jefe paramilitar del Suroeste. (Ver carta anexa).

La consecuencia inmediata es que se abrió un proceso contra Iván Velásquez, y que como nadie sabía entonces el cómo se había fraguado el complot, muchos le creyeron al Presidente, que estaba en la cresta de su popularidad, apenas un año después de haber sido reelegido.

Para entonces, 'Tasmania' había sido trasladado de patio y estaba junto a los jefes paramilitares, bajo la égida del 'Tuso' Sierra. Pocos días después, la periodista Vicky Dávila entrevistó a 'Tasmania' y éste en lugar de hablar, estaba leyendo sus respuestas, redactadas, según dijo tiempo después Sierra, por otro jefe paramilitar, 'Ernesto Baéz'. Al tiempo, González, se había convertido en todo un personaje en la Cárcel de Itagüí, pues tenía línea directa, por intermedio del DAS y de familiares de Uribe, con la Casa de Nariño.



El ´Tuso´ Sierra era un narcotraficante colado en Justicia y Paz, y estuvo tras el montaje a Velásquez, al parecer, para ganar puntos con el gobierno y evitar que este lo extraditara. Foto: archivo Semana.

En noviembre de 2011 el 'Tuso' en una diligencia de la Fiscalía, realizada a través de una videoconferencia, salpicó en el episodio de 'Tasmania' a todos los jefes allí detenidos. Buscaban congraciarse con el gobierno y que este les diera a cambio ciertos beneficios que efectivamente lograron. Pidieron que al Carlos Mario Jiménez, alias 'Macaco', lo bajaran de una fragata donde estaba aislado, en el mar, y lo lograron. Y 'Don Berna', que estaba en Cómbita, una fría y lúgubre cárcel de Boyacá, que lo trasladaran a La Modelo, en Bogotá, donde la detención era menos draconiana.

Epílogo con continuación
Pero El 'Tuso' Sierra fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2008 y no pudo cumplirle a 'Tasmania' la promesa de ser incluido en Justicia y Paz, y tampoco la plata para la casa. Al mes siguiente, 'Tasmania' se retractó, y le pidió perdón a Velásquez, y empezaron a revelarse piezas del complot, que hoy más o menos se ha esclarecido, aunque no se ha hecho justicia completamente.

En 2012, el Juzgado Quinto Penal de Conocimiento de Bogotá, condenó a González por calumnia, a una pena de 70 meses de prisión que luego fue ratificada por el Tribunal, que respaldó la sentencia de la juez quien determinó que González y sus compinches "lo que hicieron fue aprovecharse de unas circunstancias que se presentaron y que eran aptas para urdir en contra de los Magistrados auxiliares de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ese montaje".

El costo de todo el complot fue que se creó un largo y duro enfrentamiento entre la Corte y Álvaro Uribe que desembocaría en una verdadera persecución a los magistrados, por la que fue condenada en 2015 la directora del DAS, y el secretario de la Casa de Nariño, Bernardo Moreno.

Los paramilitares tenían interés en desprestigiar a la Corte que se había convertido en el estorbo de un proyecto estratégico, dice Víctor Velásquez. El gobierno veía en ella un atentado a su gobernabilidad porque su coalición está más en La Picota que en el Congreso.

La Corte cerró filas entorno a Iván y a la investigación por la para-política, que condujo a abrirle procesos a más de cien políticos y más o menos al 35% de los congresistas elegidos en 2002 y 2006. Tal como lo había calculado Vicente Castaño.



María del Pilar Hurtado, como directora del DAS, estuvo al frente del montaje para desprestigiar a Velásquez. Hoy paga una condena de 14 años por haber ´chuzado´ a la Corte Suprema. Foto: archivo Semana.

Pero los montajes no pararon allí. Desde la Casa de Nariño, en 2008, se intentaron dos montajes más. El primero, a través de un líder del Magdalena Medio llamado Henry Anaya, que fue usado para ponerle una trampa a Velásquez y grabarlo. Quienes urdieron el montaje eran nada más y nada menos que el abogado de 'Don Berna', Diego Álvarez, y el hombre que se había convertido en el brazo derecho de ese jefe paramilitar, Severo Antonio López, alias 'Job'. Tal como se lo contaron a la justicia, los mandos medios del DAS condenados por el complot contra la Corte, en 2008 en varias ocasiones 'Job' se entrevistó de manera clandestina en la Casa de Nariño, con ellos, para fraguar un nuevo montaje.

Un segundo intento lo hicieron desde Nueva York, cuando un ex suboficial del Ejército, y exparamilitar, exiliado después de haber denunciado a un coronel por falsos positivos, fue sobornado para decir, de nuevo, que Velásquez le había ofrecido prebendas para ensuciar a Uribe.

El proceso de para-política siguió a pesar de todo. Mario Uribe finalmente fue capturado y condenado a prisión por sus vínculos con los paramilitares.

El espionaje a la Corte fue sistemático por dos años, y de eso no escapó Velásquez. Toda su familia fue “chuzada”, su escolta infiltrada, y su vida, vigilada completamente por el DAS. Todos los intentos de desprestigiarlo, de encontrarle un “tropezón” fueron vanos, porque como dice un viejo investigador que trabajó con él en la Fiscalía de Medellín: “Él no se puede enlodar porque no ha reverenciado a ninguna forma de poder, nunca. Iván no se hizo para el miedo”.

No deja de ser paradójico que Iván Velásquez, el mismo hombre que investigó a los 'paras' desde Medellín, cuando este fenómeno cogía vuelo, le haya tocado investigar la máxima expresión de su consolidación, que fue su llegada al poder político.

Velásquez se convirtió prácticamente en un héroe para medio país, recibió homenajes y el respeto de mucha gente. Pero en la Corte muchos resintieron de su buena fama, y nunca lo eligieron como magistrado en pleno, aspiración que Velásquez nunca escondió. La notoriedad alcanzada por su labor, considerada heroica por medio país, y elogiada en todos los medios de comunicación y la comunidad internacional, generó también envidias y rencores entre sus colegas.

En septiembre de 2012 la Corte lo relevó de su cargo como coordinador de la para-política. Entonces, Velásquez renunció a la Corte. Se fue con la sensación de haber cumplido con el deber, y con el desafío que la historia le puso en frente.

Desde hace dos años, dirige la Comisión contra la Impunidad de Guatemala, como delegado del secretario general de la ONU. La mayoría de quienes fraguaron el complot en su contra, están en la cárcel. Pero no todos.
Fuente: Verdad abierta

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Última edición por Heráclito; 25-05-2015 a las 11:33:03
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