Las vacas pasan gran parte de su tiempo rumiando y cuando lo hacen emiten metano, un gas con un potente efecto invernadero.
Pero los ganaderos franceses quieren reducir el impacto sobre el clima de sus reses. Es el caso de Thierry Bertot, un lechero que participa en un programa nacional para reducir las emisiones de carbono de la producción de leche en un 20% en los próximos diez años.