, 12:42:33
|
#1 |
Staff Retirado Con Honores Denunciante Épico
| Las 30 colombianadas de las que no nos avergonzamos
Calificación: de
5,00 | - Prometer que alguien será castigado “con todo el peso de la ley”… cuando todos sabemos que aquí la ley es más liviana que una pluma.
- Las tomas de traseros y pies con que “visten” en los noticieros de televisión los informes sobre delitos o prácticas sexuales.
- Nuestros guerrilleros, todos pasados de peso, rozagantes, toma trago y rumberos.
- Decir que un equipo de fútbol tiene jerarquía.
- Dejar que Maduro nos trate como el papel higiénico que en su país es tan escaso.
- Todas las crónicas periodísticas que en su primer párrafo usan frases tipo “ese día cuando se despertó, Fulanito no imaginaba que…”.
- Los columnistas que se llevan el dedo a la boca para la foto que acompaña a sus textos.
- Que las empanadas ya no tengan carne.
- Las vírgenes que lloran, sudan y sangran desde un óleo.
- La manera en que digerimos toda estadística, medición o estudio donde se afirme que han bajado los niveles de inseguridad en las ciudades.
- La “creatividad” de los comerciales de té helado.
- Perseguir al mesero que reparte trago en un coctel.
- Trinar en mayúscula sostenida.
- Pronunciar “suidad” cuando se quiere decir “ciudad”.
- Usar aceite de cocina en vez de silicona.
- No saber si se dice “halar” o “jalar”.
- Usar la palabra “tema” para referirse a cualquier tema.
- Vender lechona light, baja en grasa.
- Que a los reguetoneros les dé pena lo que hacen y se presenten como artistas de música urbana.
- Seguir jodiendo a Hernández Bonett con Refisal.
- Pagar un estudio para el metro de Bogotá.
- Seguir creyendo en los mensajes de texto que dicen que uno se acaba de ganar un carro con una emisora o un canal de televisión.
- Las corbatas de lana (sobre todo si son de rayas horizontales).
- Estar preocupados porque nuestros hospitales no están preparados para el ébola, cuando en realidad no están preparados para nada.
- Creer que pueda administrar una ciudad el gerente de un canal que se caracterizó por gastar sin responder por las utilidades o el capital.
- Usar tanga con sobrepeso.
- Sazonar nuestras conversaciones con palabras en inglés.
- Todos los anuncios creativos, vía calcomanía, en los que se invita a los usuarios de los baños públicos a comportarse como si el baño estuviera en su casa o a apuntar el chorro de los orines.
- Tener miedo de decir palabras como “culo” y “tetas”.
- Llevarse el jabón de manos del hotel y, al regreso, ponerlo en el baño auxiliar de la casa.
|
| |