Todo ocurrió previo a la competencia que le entregó a Catherine Ibargüen la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. La campeona colombiana se estaba preparando para la prueba definitiva con un masaje en sus piernas, al tiempo que el periodista de Caracol Radio le realizaba una entrevista. Hasta ahí, todo normal; lo bochornoso del asunto pasó por unas preguntas bastante inapropiadas que avergonzaron a Caterine.



A partir de ese día, la deportista antioqueña decidió no volver a concederle ningún tipo de entrevistas a César Augusto, tal y como lo confirmó en la última edición de la revista Bocas: