Un golpe de suerte no solo cambia el estado financiero. El éxtasis que produce el premio puede hacer que se pierdan las riendas de la vida. Ese es el caso de estos ganadores, que con sus historias extrañas al convertirse en millonarios de la noche a la mañana, abren un interrogante que todos nos preguntamos: ¿Qué haría usted si se ganara la lotería?
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El esposo que huyó
Jugar la lotería de manera grupal es algo muy común en el exterior, especialmente entre grupos de trabajadores que sueñan con una jubilación temprana a través del premio mayor. Este era el caso de Arnim Ramdass, un mecánico en el Aeropuerto Internacional de Miami que quiso aprovechar su nueva fortuna para huir de su matrimonio.
Como sagradamente lo hacían apostando 220 dólares juntos, Ramdass y sus 17 compañeros jugaron la Lotería de la Florida, siendo el 20 de junio del 2007 el día en que la suerte les sonriera. Inmediatamente los mecánicos distribuyeron entre ellos los 10 millones de dólares ganados, comprando todos regalos e invitando a viajar a sus familias. Bueno, todos excepto Ramdass.
Buscando ocultarle la noticia a su mujer, el hombre desconectó el teléfono de su casa y hasta dejó de ver televisión. Pero ella, Donna Campbell, una ex reina de belleza de Trinidad y Tobago, empezó a sospechar gracias a una carta de felicitación por el premio que llegó al buzón del hogar.
Inmediatamente Donna acudió a internet por respuestas, enterándose que un grupo de mecánicos del Aeropuerto de Miami se había ganado el premio gordo en la lotería que su esposo siempre jugaba. Arnim Ramdass pasó a su casa con un amigo a recoger sus cosas, esfumándose de inmediato con el botín. Campbell demandó reclamando su tajada de dinero ante los tribunales, además de buscando una separación casi imposible, pues Arnim nunca más apareció.
¿Cómo desaparecer 9,7 millones de libras esterlinas?
El inglés Michael Carroll tiene la respuesta. Su historia arrancó en 2002, cuando la lotería lo favoreció con tan solo 19 años de edad por tremenda cantidad. Ganándose la vida como recolector de basura de medio tiempo, este particular joven en ese entonces portaba un grillete electrónico que le impuso la justicia por armar trifulca en un pub, y como si fuera poco, había embarazado a su novia.
Lo primero que hizo Carroll fue repartir casi la mitad de su fortuna entre su familia y amigos, además de invertir una gran cantidad en el equipo de sus amores, el Rangers de Escocia.
Pero más allá de su generoso corazón, Carroll gastó gran parte del tesoro pagando las múltiples drogas que consumía, por lo cual llegó a señalar años después, que a su proveedor seguramente le quedaba más plata que a él mismo de lo ganado en la lotería. A esto hay que sumarle, o más bien restarle a su fortuna, que en prostitutas y apostando en hipódromos gastó un par de millones más.
Pero esta oveja descarriada nunca retomó el rumbo, por lo cual otro gran pedazo de las libras esterlinas se fue en abogados que lo defendieron por nuevos problemas con la ley (entre ellos agredir con un bate a los participantes de una fiesta cristiana), aunque no lo hicieron muy bien que digamos: en 2004 pasó varios meses en la cárcel. De la fortuna que obtuvo en 2002 a Carroll hoy no le queda ni un centavo.
El olvido del millón de dólares
Más que un millón, la memoria olvidadiza de Derek Ladner lo hizo acreedor de 1.4 millones de euros de la forma más increíble posible. Este mensajero inglés de 57 años jugaba habitualmente junto a su esposa la lotería de su país con las fechas de sus cumpleaños, con la buena fortuna que en 2007 salieron favorecidos como ganadores entre cinco afortunados de un premio cercano a los 3.5 millones de euros.
Y si bien dicen que un rayo no cae en el mismo lugar dos veces, en el caso de Ladner la lotería si lo hizo. Después de celebrar durante una semana junto a su mujer el premio, este británico revisó sus bolsillos antes de echar su ropa a lavar con las sorpresa de encontrar que había jugado los mismos números una vez más. Así es, su mala memoria lo “traicionó”, haciéndole jugar dos veces la mismas apuesta, lo cual lo convirtió en doblemente millonario. Ladner pasó a la historia en Inglaterra por ser el primer ganador de un mismo premio dos veces. Inmediatamente reclamó el dinero, viajó junto a su compañera a conocer la ciudad de sus sueños: New York.
No todos se vuelven locos
“Cuando les avisamos sobre su premio, la gente explota de felicidad y enseguida te dicen todos los planes que tienen con el dinero”, cuenta Carlos de Morra, vocero del portal de apuestas en línea Trillonario.com acerca de la gran mayoría de ganadores.
“Estamos incursionando cada vez más en Colombia con distintos mecanismos pues sabemos que la gente apuesta cada vez más online. Esto nos ha permitido sacar súper ofertas, como por ejemplo la que está actualmente en QueBuenaCompra.com que le permite a la gente apostar en la lotería del mundo que prefiera”, finaliza el gaucho.
Este argentino asegura que lo primero que hace alguien que se gana la lotería es “viajar a destinos muy exóticos, comprar carros de lujo y pagar deudas… Generalmente siempre hay una deuda por pagar”.