Denunciante Dorado
 |  A mes y medio de su ruptura, Venezuela y Panamá siguen con un futuro comercial incierto
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 |  A mes y medio de haberse anunciado la decisión del presidente Nicolás Maduro de romper relaciones políticas y diplomáticas con Panamá, y de congelar el intercambio comercial, el futuro es aún incierto y las expectativas aumentan al aproximarse, en mayo de este año, un cambio político en Panamá con las elecciones generales. Ricardo Martinelli no es candidato a la reelección en la Presidencia.
El pasado 5 de marzo, el presidente Maduro anunció la decisión “soberana” de su Gobierno de romper relaciones con Panamá por calificar de “injerencia” la posición asumida por el gobierno del presidente Ricardo Martinelli frente a los hechos de violencia ocurridos en Venezuela, en protesta contra la política de gobierno aplicada por Maduro a un año de su primera gestión.
“Hay que soltar a todos los presos, sobre todo a Leopoldo López”, “eso de andar quitando la inmunidad a María Corina Machado es un ultraje” fueron entre otras las opiniones emitidas por el presidente Martinelli sobre el caso de Venezuela, después de que Venezuela lograra que la mayoría de países de la Organización de Estados Americanos (OEA) excluyera un debate en el Consejo Permanente sobre la crisis política que atraviesa el país. La OEA negó además la palabra a la diputada opositora María Corina Machado, a quien Panamá había acreditado en su delegación en el organismo pese a ser acusada por la misma Asamblea Nacional ante la fiscalía de incitar a la violencia, el terrorismo y el homicidio en las protestas opositoras.
Posterior a eso, Martinelli solicitó a la OEA una reunión para “discutir” la violencia en Venezuela que, hasta entonces, había dejado un saldo de 18 personas fallecidas, justificando que su intención era aportar al “reencuentro de la paz y fortalecimiento de la democracia en Venezuela”. Hubo reacciones inmediatas en el gobierno venezolano. Tal actuación fue criticada, rechazada y calificada de “injerencia en la soberanía nacional”, además de significar una “pretensión” de querer imponerle al Gobierno “cómo enfrentar a grupos violentos que están atentando contra la paz de Venezuela”, dijo en su momento el canciller Elias Jaua.
Sin embargo, la decisión del Ejecutivo no se hizo esperar. El mismo día en que se cumplía el primer año del fallecimiento del presidente Hugo Chávez y ante la presencia de mandatarios de otras repúblicas que vinieron a “rendirle honores”, Maduro criticó a Martinelli y su canciller, Francisco Álvarez, por presuntamente tener una “conspiración abierta” para justificar una intervención militar en Venezuela. “La campaña internacional es una de las más enconadas y brutales que se haya conocido en 15 años de revolución (…) Hoy se ha lanzado una arremetida internacional, desde su inicio se está tratando de justificar y preparar las condiciones para una intervención imperialista extranjera en la vida política y social de Venezuela”, insistió.
Un giro de 180 grados  De julio de 2013 a marzo de 2014 las relaciones diplomáticas, comerciales y políticas entre Venezuela y Panamá dieron un giro de 180 grados, en perjuicio, principalmente, de empresarios y comerciantes quienes históricamente tenían al puerto de la Zona Libre de Colón como uno de sus principales proveedores. Hasta 2013 las relaciones económicas con Panamá eran bastante altas. Incluso, el fallecido presidente Hugo Chávez reconocía en Panamá el epicentro estratégico político y comercial de todos los mecanismos de integración y cooperación que él había impulsado en la región, principalmente la Celac.
En 2012, Chávez planteó que Panamá fuese el “centro de convergencia” de los proyectos en la región promovidos por la Celac. Un año más tarde, el presidente Maduro lo ratificó e incluso lo expresó directamente a su homólogo Martinelli en la última reunión que sostuvieron con diplomacia en Caracas. Eso ocurrió el 8 de julio de 2013 en Miraflores.
En esa misma reunión se planteó, además, incrementar las relaciones de intercambio comercial entre ambas naciones y ampliar también sus áreas de cobertura.
Se firmaron dos nuevos acuerdos. El primero, de servicios aéreos para elevar la cooperación en materia de vuelos comerciales y el segundo, para el establecimiento de la Comisión Técnica Económica Bilateral, encargada de preparar las mejores condiciones para el relacionamiento. El acuerdo que implicaba ampliar la cooperación aérea comercial constituía la firma de la llamada “quinta libertad” para la aerolínea estadal Conviasa, a la cual se autorizaba llegar a Panamá y desde ahí extender sus servicios comerciales hacia Centroamérica y México. Además, ya se había establecido una nueva ruta. El plan de vuelo pionero era Panamá-Managua, Managua-Panamá-Caracas. Entre tanto, a través de la Comisión Técnica Bilateral se trabajarían todos los temas relacionados a la relación comercial, procedimientos tributarios, aduaneros, entre otros aspectos que dinamizarían las relaciones. Sin embargo, todo se congeló hace mes y medio.
Decisiones políticas relegaron la implicación comercial que las relaciones con Panamá implicaba no solo para el ingreso económico al Estado, sino a pequeños y medianos comerciantes.
USD 76,5 millones era el monto de la mercancía en tránsito  Los principales comercios venezolanos que se abastecían de las importaciones desde Panamá eran: automotriz, electrónica, textil, calzado, medicinas y químicos, la producción agrícola o industria de alimentos, además de comerciantes particulares que utilizaban cupos electrónicos para hacer compras en el puerto de Colón y se vieron afectados por la suspensión de dólares aprobados por el Cencoex desde el 6 de marzo.
Hasta agosto de 2013, el costo de la mercancía que desde Venezuela se había solicitado a Panamá ascendía a los 76,5 millones de dólares, de acuerdo a lo reportado por el antiguo Cadivi, que fue el ente que en su momento aprobó las divisas para dichos trámites pero habían sido adjudicadas por el Sicad 1.
Comunicación N°9, no liquidaron divisas a Panamá  “Las operaciones cambiarias en su totalidad, que fueron adjudicadas a la República de Panamá, mediante la convocatoria de las subastas del Sistema Complementario de Divisas (Sicad), no serán procesadas y/o liquidadas, sin excepción alguna”, fue el controversial enunciado expuesto por Cencoex en la llamada Comunicación N°9.
Dicha ordenanza se publicó luego de aprobar las transacciones por Sicad 1 para comprar mercancía desde Panamá, incluso luego de que los bancos mostraran a los solicitantes la aprobación de sus peticiones. Hasta los momentos, todo fluía normal. Las solicitudes fueron hechas y en el puerto de Colón comenzaban a tramitarse, como era costumbre durante años.
Sin embargo, las consecuencias de las decisiones políticas se harían evidentes en los comerciantes. Toda vez que se anunció la Comunicación N°9 y se suspenden las liquidaciones de divisas que ya habían sido aprobadas, es el importador (comerciante venezolano) quien queda con la deuda pendiente.
La respuesta del ente rector fue “se estudiará con las empresas (importadores) afectadas un cambio de país vendedor para que utilicen las divisas que les habían sido adjudicadas”, explicó en su momento Alejandro Fleming, presidente del Cencoex.
De acuerdo con los registros de Cadivi, 96,4% de las operaciones para trámites con divisas en Panamá se hicieron a través de cartas de crédito, es decir, el banco pagaría al proveedor y luego se los cobraría a Cadivi. Pero al notificarse la decisión de no cancelar las divisas, se suspendió el trámite entre el banco y Cadivi pero no se eliminaron las solicitudes que el importador hizo ante el banco. Es decir, quien solicitó la carta crediticia queda con su deuda, la cual tampoco es reconocible en las variaciones de precios del dólar oficial y tampoco el preferencial.
Presunta deuda fraudulenta  Hasta diciembre de 2013, Cadivi registró 6.275 solicitudes de 412 empresas que obtuvieron para adquisición de divisas para importaciones desde Panamá. Pero, luego de las decisiones de Estado de “atacar” la corrupción dentro de lo que Maduro definió como “cadivismo parasitario” todos esos trámites son actualmente objeto de investigación. Incluso, desde los voceros gubernamentales se ha denunciado que “al menos 90% de la deuda con Panamá es fraudulenta”, dijo recientemente el canciller Elías Jaua.
Por lo tanto, el encargado de la comisión presidencial para detectar los ilícitos cometidos con Cadivi, diputado Jesús Farías, estimó que “será dentro de un año cuando los proveedores panameños sabrán qué se les va a pagar”.
Dicha investigación ahondará las presuntas irregularidades en el otorgamiento de divisas durante los años 2011, 2012 y 2013, para que luego se efectuaran los pagos. En declaraciones recientes de Farías recalcó que el propósito de la comisión es investigar los presuntos ilícitos cometidos por las denominadas “empresas fantasmas” para luego “formular propuestas a partir de los errores cometidos por los solicitantes de divisas”.
De 3.000 a 300 millones de dólares  En su más reciente referencia al tema de Panamá, el presidente Nicolás Maduro aseguró este miércoles que, tras una investigación, se desveló que de los 3.000 millones de dólares que reclamaban a los empresarios venezolanos, “al final las mismas autoridades panameñas reconocieron que eso no iba a pasar de 300 millones de dólares”. “Los empresarios nos denunciaron todas las irregularidades que había con el tema Panamá, y apenas hicimos una ‘investigacioncita’ ahí lo que estaba era pestilente eso. Nos estaban cobrando una deuda de 3.000 millones de dólares, y al final hasta las propias autoridades panameñas reconocieron que esto no debe pasar de 300 millones de dólares. Hemos ido nosotros con mucho cuidado”, señaló en medio de su participación en la Conferencia Económica por la Paz. No obstante, en días previos a la conferencia, Maduro garantizó que Venezuela pagará la totalidad de su deuda real.
“A Panamá vamos a pagar toda la deuda, o más que deuda, todas las obligaciones surgidas por relaciones comerciales con empresas radicadas en Panamá, hasta el último céntimo, saludo la declaración del ministro de Finanzas del gobierno de Panamá que reconoció que estaba inflada en más de un 80%, sobrefacturada y ellos dijeron que los empresarios panameños sobrefacturaron por culpa de los empresarios venezolanos que les pedían que sobrefacturaran para sacar plata de Venezuela, dólares, lo dijeron ellos”, denunció.
Sin cupos para Panamá  Los venezolanos que dependan de los dólares oficiales para viajar a Panamá siguen sin alternativas. Desde que el pasado 6 de marzo se suspendieron todas las transacciones en divisas con ese destino, como consecuencia de la ruptura de relaciones diplomáticas del gobierno venezolano con el Panamá, no se ha manifestado la intención de reconsiderar la medida.
A partir de esa fecha se suspendieron todas las solicitudes hacia Panamá y se congelaron las que se encontraban en curso. Incluso, los viajeros que ante la medida ya estaban en Panamá, se vieron afectados y a “la deriva”. Los bancos fueron notificados de manera tardía y tenían dudas de si permitir las transacciones o no. “Si se aprobaban los dólares a un turista que estuviese en Panamá y luego Cadivi no las reconocía, el banco corría el riesgo de perder esas divisas”, comentó un ejecutivo financiero acerca de cómo manejaron la situación en su momento.
Anteriormente ya había existido una primera restricción. Las divisas en efectivos para viajeros con destino a Panamá fue reducida a 300 dólares, al igual que hacia Colombia, Costa Rica, Perú y estado de La Florida, Estados Unidos, así como otras islas del Caribe, excepto países del Caribe, miembros del Alba, según Gaceta Oficial extraordinaria número 6.122.
Panamá espera “reevaluación de la medida”  El gobierno panameño se pronunció el pasado martes acerca del tema Venezuela. El ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Álvarez de Soto, fue el vocero del gobierno de Martinelli quien pidió a Venezuela que recapacite la decisión “desproporcionada” de romper relaciones diplomáticas y comerciales con su país. Álvarez de Soto, afirmó que la decisión de su país es “obviamente” esperar de alguna forma que el gobierno venezolano revalúe la medida unilateral que tomó.
En una conferencia de prensa que ofreció en la capital panameña, dijo: “Seguiremos con una posición muy respetuosa hacia el gobierno y el pueblo de Venezuela, sin pretender inmiscuirnos en los asuntos internos de Venezuela, como nunca lo hemos hecho, y manteniendo ese nivel de respeto que lamentablemente, debo reiterar, no recibió el gobierno nacional de parte de sus contrapartes de Venezuela”. Sin embargo, el destino de las relaciones entre Venezuela y Panamá posiblemente dependerá del resultado de las elecciones del próximo 4 de mayo. Serán elecciones generales en Panamá donde no figura el actual Jefe de Estado como candidato a la reelección.
Venezuela no se ha pronunciado al respecto y entre tanto Costa Rica, sin condición de ser mediador, sigue como encargado de tramitar los asuntos consulares de Venezuela en Panamá.
Última edición por HOMER.; 25-04-2014 a las 16:28:15 |