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Denunciante Dorado
 |  Bale nunca será Cristiano
Calificación: de
5,00
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Por:
Manuel Saucedo
Conmoción en el fútbol español de Champions. Es difícil digerir lo que aquí está pasando. El Real Madrid todavía tiene metido el miedo en el cuerpo por el episodio de Dortmund, donde estuvo a punto de caer eliminado a pesar del 3-0 que llevaba del Bernabéu. Resultó preocupante observar el efecto de la ausencia de Cristiano Ronaldo. Sin su presencia, el Real no tiene carácter y fue un equipo miedoso, sin valor y sin capacidad para demostrar la calidad que tiene en su equipo, independientemente de la que aporra CR7.
El gran afectado fue Bale. Sin Cristiano, él debió asumir el protagonismo ofensivo del equipo, demostrar que es un jugador de 100 millones y pedir el balón para liderar. No lo hizo, perdió su gran oportunidad y ha decepcionado a los aficionados. Nunca será un sustituto de Cristiano Ronaldo. Eso ya lo sabemos.
Y más reciente es la eliminación del Barcelona ante el Atlético de Madrid. Reconozcan que lo venía advirtiendo: es el equipo de moda. Veinte años después se ha clasificado para Semifinales de Champions y lo ha hecho como lo hacen los grandes, porque muy pocos pueden decir que han superado a un equipo como el Barcelona en campo contrario y en campo propio, porque primero un empate y después la victoria por un punto demuestra que es de justicia la clasificación del Atlético.
Sus primeros minutos fueron extraordinarios, salió a resolver la eliminatoria aturdiendo a un equipo azulgrana que ha quedado herido en su honor. Podrá ganar la Liga, podrá ganar la Copa ante el Real Madrid… pero quedar fuera es un castigo tremendo del que difícilmente se podrá recuperar y que condena al director técnico, el Tata Martino. Nadie le va a perdonar que haya desdibujado tanto el juego del Barcelona, que tenga a sus jugadores confusos con tanto cambio y mucho menos que jugándose la Champions sustituyera a Iniesta.
¿Quién lo entiende? No estaba jugando bien, como tampoco lo estaba haciendo el resto del equipo, pero era un momento para los grandes, para los líderes, para los capaces de responsabilizarse de la situación. Iniesta nunca debió ser sustituido, el Tata Martino nunca debió señalarle con el dedo de la sustitución justo cuando el Barcelona caía eliminado. Martino puede ya despedirse del Barcelona.
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